"Nos guiamos más por lo que necesita el usuario que por objetivos de resultados"

Con el objetivo de facilitar la vida de la gente, tres jóvenes emprendedores crearon hace cuatro años un negocio de lavandería y tintorería a domicilio a través de una 'app'. En ese afán por solucionar los pequeños problemas del día a día de las personas, decidieron expandir su negocio hacia el mundo de la belleza y del entrenamiento personal y hoy cuentan con más de 1.800 tiendas repartidas por todo el mundo.

“Jeff busca que te veas bien, que te sientas bien y que vivas bien. Para ello, puedes contratar el servicio a través de la aplicación o ir a cualquiera de los puntos físicos”, nos explica Eloi Gómez, uno de sus fundadores, quien junto a Rubén Muñoz y Adrián Lorenzo han conseguido en tan solo dos años dar el salto al mercado internacional. 

“Nos conocimos en el Colegio Mayor, mientras estudiábamos en la universidad. Durante ese tiempo lanzamos varias líneas de negocio juntos que nos fueron bastante bien y decidimos apostar por Jeff en España”, asegura Gómez. Ahora la compañía tiene presencia en 40 mercados repartidos por Sudamérica, el Sudeste asiático, el norte de África, Oriente Medio y el sur de Europa.

El proyecto ha ido evolucionando a través de un modelo de franquicias que actualmente genera más de 2.000 empleos indirectos. Según su cofundador, el objetivo es empoderar a los pequeños comercios y negocios de toda la vida, “que buscaban dar servicios de bienestar a sus clientes pero que la total digitalización del mercado les estaba relegando al olvido y a perder competitividad”.

Caso de éxito

Jeff es un ejemplo claro de startup de éxito. La compañía ha sabido aprovechar el auge de las tecnologías, que han dejado de ser una opción a la hora de emprender, y han aplicado esta ventaja a una necesidad real. “Hoy en día, gracias a la tecnología, cualquiera puede empezar un negocio en cualquier lugar del mundo. Donde tú quieras estar, puedes comenzar”, asegura.

A través de su aplicación móvil o página web, los usuarios pueden escoger cuándo y dónde quieren que les recojan el pedido y en menos de 48 horas recibir su ropa limpia y planchada, aunque también pueden acudir a una tienda física. Además, gracias a los nuevos servicios incorporados, también podrán reservar en la peluquería o una clase en el gimnasio.

Según Gómez, “bien sea para facilitar el trabajo a nuestros partners (así se refieren a sus franquiciados) o bien sea para que puedas ir a lavar tus prendas, hacer una reserva para cortarte el pelo… Todo es posible a través de una aplicación”.

Sin embargo, ante este escenario, España aún tiene mucho por hacer. “No creo que tengas muchas ventajas a la hora de emprender en un país como España, ya que hay otros que ofrecen más ayudas y que cuentan con una cultura tecnológica superior, lo que puede hacer más fácil emprender un proyecto”, asegura el cofundador, quien cree que es cuestión de tiempo que grandes compañías tecnológicas se establezcan aquí.

“Lo bueno de España es que hay talento y mucha gente con ganas de hacer cosas buenas. Además, a nivel estratégico, nuestro país tiene unas circunstancias geográficas únicas”, afirma. 

En este sentido, el cofundador también atribuye parte de su éxito al capital humano que forma parte del proyecto: “Hemos creado un equipo de gente comprometida e internacional. Ahora mismo en Jeff hay más de 40 nacionalidades, gente que ha venido de todas partes del mundo para crear algo único”.

Mejorar el bienestar personal

Jeff ha revolucionado el concepto del bienestar personal, en un momento donde las personas no dedican tiempo a su cuidado por falta de tiempo o por pura comodidad. “Intentamos solucionar problemas del día a día de la gente, cosas sencillas donde hay una oportunidad para, con una marca única, generar una sensación diferente”, explica.

Los tres fundadores vieron una buena oportunidad de negocio al encontrarse con grandes dificultades para lavar o planchar su ropa, debido a la poca flexibilidad de las lavanderías, y decidieron lanzarse a emprender.

“El objetivo es ofrecerles una vida lo más fácil posible a nuestros usuarios y, para ello, crearemos lo que los usuarios nos demanden. Nos guiamos más por lo que necesita el usuario, que por objetivos de venta u objetivos de resultados”, concluye.