"Los españoles estamos perdiendo el miedo absurdo al fracaso"

Según el último Informe GEM España 2018-2019, el miedo al fracaso es percibido para el 43% de los encuestados como un obstáculo para tomar la decisión de emprender, siendo este porcentaje el más bajo en los ocho años que se lleva haciendo el informe.

A pesar de parecer un porcentaje bastante alto, cabe destacar que se encuentra dentro de la media de los países de la Unión Europea, siendo la misma de 43,9.

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Panamá es el país donde la población menos cree que este miedo al fracaso sea un obstáculo (un 21,6%), mientras que en el lado contrario Grecia el que más gente los piensa con un 68% de la población encuestada.

Esta tendencia dista mucho si se comparan los resultados entre la población involucrada en el ecosistema emprendedor y los que no, con una diferencia de más de 10 puntos porcentuales entre ambos.

En este sentido, más del 44% de los encuestados que no están involucrados en la creación de empresas perciben el miedo al fracaso como un obstáculo para emprender, mientras que en el otro bando lo piensa un 32,7%.

Lo mismo pasa entre hombres y mujeres, siendo estas últimas las que más ven en esta causa el problema por la que la gente no emprende o se lo piense más.

Para Juan Carlos Fernández, cofoundador de la startup Ezenit, “cualquier emprendedor que arranque un proyecto tiene que saber que el camino hasta el final es muy largo, y que es muy poco probable llegar a la primera”.

En este aspecto, el Análisis de las causas del éxito y el fracaso en el emprendimiento, realizado por la Unión de Asociaciones de Autónomos y Emprendedores concluye la necesidad de un cambio de cultura en España, ya que “también es preciso entender que el fracaso puede ser una etapa en el camino hacia el éxito”.

“El fracaso puede jugar a nuestro favor”

Así lo ve también Quino Fernández, CEO de la aceleradora Conector, quien hace hincapié en que “los españoles estamos perdiendo este miedo absurdo al fracaso, el cual no viene dado por la pérdida que esto conlleva, sino por la vergüenza de que nos digan algo por no haber tenido éxito”.

El experto explica este cambio de paradigma como resultado de la internacionalización vivida entre los jóvenes en general y los emprendedores en particular, así como su creciente contacto con el mundo anglosajón, donde no existe ni el miedo al fracaso ni la vergüenza por ello.

“Con este contacto internacional nos estamos empezando a dar cuenta de que no pasa nada si fracasamos, al contrario, podemos usarlo a nuestro favor y aprender de nuestros errores”, señala Quino Fernández.

Asimismo, destaca la tendencia vivida en la actualidad en el ecosistema emprendedor, donde se está “divinizando” este fracaso convirtiéndose en un factor esencial para alcanzar el éxito.

“Creo que debe haber un término medio. Al igual que es muy difícil tener buenos resultados a la primer, tampoco es buena señal fracasar veinte veces ya que algunas personas deberían emprender que no todo el mundo tiene madera para emprender”, aconseja Fernández, quien añade que en el caso de no tener éxito “es importante hacer un análisis del fracaso”.