EMPRENDIMIENTO DE BASE CIENTÍFICA

4 consejos para los científicos que quieren emprender

Al igual que cualquier otro profesional no relacionado con el sector empresarial, los científicos cuentan con la desventaja de no tener conocimientos relacionados con la empresa a la hora de emprender. Si estás en esta situación, tranquilo, varios expertos nos dan las claves para abrir tu negocio de base científica.

Al igual que cualquier otro profesional no relacionado con el sector empresarial, los científicos no suelen tener conocimientos relacionados con la empresa a la hora de emprender. Varios expertos nos dan las claves para abrir tu negocio de base científica

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Lidia Álvarez Vellido

Lidia Álvarez Vellido

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La Incubadora de Empresas de la Universidad Nacional de Córdoba describe a este tipo de emprendedores como aquellos científicos que quieren poner en valor su conocimiento, es decir, sus técnicas, productos o desarrollos; a través de la creación de una empresa.

Esta institución destaca varias diferencias entre los emprendedores de otros sectores y aquellos relacionados con la ciencia, entre las que destacan los plazos de validación, la dificultad a la hora de conseguir financiación pero, sobre todo, las diferencias culturales entre el investigador y el empresario.

En esto coinciden varios expertos, entre ellos Yolanda Falcón, Manager en Uninvest Capital Riesgo, quien ha asegurado durante el V Congreso Nacional de Científicos Emprendedores que las compañías “que tenemos más exitosas son aquellas donde el científico también tenía habilidades innatas de estrategia, visión de negocio o gestión ya que entienden que es necesario complementarse con estos conocimientos”.

Por su parte, Tatiana López, CEO de la empresa química NANOGAP, ha destacado que las personas que se dedican a este sector no reciben formación sobre la creación de empresa, por lo que “las iniciativas en las que ofrecen ciertos conocimientos sobre estas materias son necesarias, al igual que eventos como este Congreso”.

En este sentido, la científica ve este tipo de jornadas como un impulso para nuevos emprendedores de base científica.

“Ya sea desde la divulgación, la educación o el contexto que haya vivido esa persona, creo que la exposición a esta posibilidad es lo que hace que te puedas plantear emprender como una alternativa”, ha señalado.

¿El emprendedor nace o se hace?

Asimismo, López ha apuntado durante su ponencia que a pesar de la falta de este conocimiento empresarial, los científicos emprendedores “se hacen, pero también tienen que tener esa parte aventurera de nacimiento”.

La científica emprendedora ha asegurado que “no todo el mundo puede ser emprendedor”, ya que es necesario un pequeño componente con el que se nace: el espíritu aventurero necesario para ser capaz de asumir riesgos, que éstos no te asusten y para que la incertidumbre no te bloquee.

3 Consejos más

Además de esta adquisición de conocimientos, muy distintos a los que los científicos están acostumbrados a tratar, Javier García, fundador de la empresa de base tecnológica Rive Technology y de Celera, un programa de apoyo al talento en España, donde también es presidente, ha apuntado 3 consejos más a tener en cuenta a la hora de crear tu empresa científica:

  • Encontrar al cliente: El experto recomienda realizar esta acción antes incluso del plan de empresa, así como contratar a los mejores profesionales para ello ya que, volviendo al tema inicial, “los científicos no sabemos hacerlo. No sabemos identificar quién es el mejor cliente, cuáles son los canales de distribución disponibles o cómo son las formas de pago”. Para el emprendedor, el cliente es importante debido a que será quien valide o rechace el proyecto.
  • No crear una empresa en base a un único producto: García asegura que siempre hay un producto mejor o más barato en el mercado por lo que las empresas científicas que se basan en un producto tienen mayores posibilidades de fracasar. “Una empresa es una visión, no un sólo producto”.
  • No acaparar todas las funciones empresariales: Querer dirigir, llevar la patente, ser el comercial… el científico “no tiene por qué ser el CEO ni va a ser un buen comercial”, ha señalado el emprendedor.

En este sentido, ha recomendado realizar un análisis de las funciones que cada uno puede o no hacer y cómo puede contribuir al proyecto para que la empresa crezca lo más rápido posible y “esto requiere una persona que sepa dirigir y un comercial muy bueno que cobre el que más”.