"España, al mismo nivel que los mejores ecosistemas emprendedores europeos"

Tras vivir en sus propias carnes las ventajas y los inconvenientes que supone la “carrera” del emprendimiento, Miguel Ángel Díez asegura que emprender es una forma de vida para él.

“Siempre he emprendido, incluso cuando he trabajado para grandes empresas ya que para mí el emprendimiento es un sinónimo de innovación y, aunque eso suponga asumir muchos riesgos, creo que es el mejor camino para la mejora de nuestra sociedad”.

Así lo explica el que es fundador y CEO de Red Karaoke, director de IMPACT Accelerator y cofundador, coordinador y profesor de ISDI.

“Es muy importante rodearte de gente que comparta tus valores y tus objetivos. Emprender es un camino muy duro, así que mejor si lo haces con gente que te cae bien, con la que te diviertes y con la que aprendes todos los días”, explica Díez, quien añade que en el caso de no ser así “el viaje no merece la pena”.

¿Cómo se encuentra el ecosistema emprendedor de España en comparación con hace unos años?

Al menos en lo relativo a las startups, está viviendo un momento dulce. En los últimos años se ha profesionalizado el sector y se ha visto un incremento en el volumen de inversión. En este sentido, sólo hay que ver que hay más inversores nacionales y extranjeros interesados en startups españolas, lo que demuestra que ha mejorado mucho el nivel de los proyectos.

¿Y en comparación con el resto de países europeos?

Las startups han crecido en tamaño y están mejor preparadas para competir al nivel internacional. España se ha acercado al resto de Europa en este sentido y ya estamos al mismo nivel que los mejores ecosistemas europeos.

¿En qué factores ha evolucionado principalmente?

Diría que hemos evolucionado en todos los indicadores: más proyectos, de mayor tamaño y con mayor ambición y eso ha traído más volumen de inversión.

También hay gente mucho más preparada, en parte por la mayor oferta de formación en estas temáticas, así como por el hecho de que ya empezamos a contar con un histórico de startups de éxito que se toman como ejemplo a seguir.

¿Crees que existe algún tipo de decadencia o necesidad?

Decadencia desde luego no, al contrario, es un sector en crecimiento. La única necesidad es que las grandes empresas empiecen a participar invirtiendo, colaborando o comprando startups, algo que está empezando a ocurrir y que va a ser el gran fenómeno de los próximos años. Esto se ha convertido en un fenómeno repentino y todo el mundo está aplicando técnicas de Corporate Venturing para acercarse al ecosistema emprendedor.

Estas grandes empresas, aportan su experiencia e inversión a estas empresas emergentes pero, ¿Qué ofrecen las startups a las grandes corporaciones?

Innovación, tecnología, nuevos modelos de negocio y sobre todo metodologías de trabajo.

Las startups son mucho más cambiantes que las grandes empresas y en un entorno donde todo cambia tan rápido, es el único modo de sobrevivir a largo plazo. Por lo que, por un lado externalizan la innovación en las startups con las que colaboran y por otro, esa relación les permite ir cambiando su cultura interna.

¿En qué sectores se está emprendiendo más y cuál es el perfil de este emprendedor español?

A pesar de lo que mucha gente cree, el perfil del emprendedor no es un joven recién licenciado o que ha dejado la universidad, al contrario. El perfil medio suele ser alguien por encima de los 40 con una amplia experiencia a sus espaldas.

En cuanto a las startups, hasta hace poco la mayor parte eran 100% digitales, mientras que en los últimos años estamos viviendo una explosión de startups en sectores tradicionales.

A finales de año el Gobierno de Sánchez comenzó a redactar una futura Ley de Startups, ¿Qué aspectos debería regular?

En mi opinión cuanto menos “toquen” los políticos mejor, porque suele haber una gran confusión entre emprendimiento, pymes y startups y lo que beneficia a unas puede perjudicar a otras.

A pesar de esto, hay algunas cosas que ayudarían, como el cambio de la fiscalidad de las stock options, que la devolución del IVA a empresas con pérdidas fuese trimestral y no anual, o que facilitase la atracción de talento internacional.