IGUALDAD

La brecha salarial, ¿se cierra con el emprendimiento?

Ser tu propia jefa puede ser una de las mejores formas para cerrar la brecha salarial. El 35,6% de los autónomos en España son mujeres. Según ATA, la posibilidad de generar mayores ingresos para una autónoma es mayor que en el caso de ejercer su profesión por cuenta ajena.

Ser tu propia jefa puede ser una de las mejores formas para cerrar la brecha salarial. El 35,6% de los autónomos en España son mujeres

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Marta Gracia

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La brecha salarial entre hombres y mujeres es una realidad en España. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), una mujer cobra un 25% menos de media que un hombre. Un porcentaje alto, que hacer que las mujeres cobren menos en muchos puntos de su vida, por ejemplo, en la jubilación. Sin embargo, expertos apuntan a que el emprendimiento podría ser una de las soluciones para cerrar esta brecha salarial.

“El emprendimiento implica una plena incorporación de la mujer al mundo laboral, que es un motivo por el que debemos luchar”, explica Eva Serrano, presidenta de Aseme (Asociación Española de Mujeres Empresarias) y añade que implica que la mujer se responsabiliza de su propia toma de decisiones. “El emprendimiento empodera y da fuerza al PIB de un país. Además, se ayuda a que la sociedad sea más 50/50”, explica Serrano.

Desde Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) consideran “esencial potenciar el autoempleo como herramienta para la eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres por varios motivos, entre los mismos se pueden destacar el acceso a un empleo de calidad o los referentes a la posición de la mujer como empresaria, lo cual es el punto de partida para la igualdad en el resto de la empresa, consiguiendo por estas dos vías la posible eliminación de las diferencias salariales”.

Candelaria Carrera, coordinadora del área de Mujer de ATA, explica que “el próximo objetivo es además evitar que la brecha digital se una a la brecha salarial”. Y añade que el autoempleo se demuestra como una herramienta fundamental para la eliminación de la brecha salarial entre hombre y mujeres en España. “Permite un nivel de ganancia y salario mayor que el trabajo por cuenta ajena y un nivel de desarrollo personal también mucho alto”, asegura.

Las mujeres que optan por el autoempleo desarrollan su propia idea de negocio, organizan su tiempo, y deciden su futuro. Y son conscientes de lo que cuesta llegar a ahí por lo que no distinguen entre sexos a la hora de contratar ni de pagar salarios. “Aunque en este punto hay que reconocerles también el mismo mérito a los varones autónomos”, asegura Candelaria Carrera.

DATOS QUE DEMUESTRAN MÁS IGUALDAD EN EL EMPRENDIMIENTO

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 68,02% de los varones de 16 a 64 años activos están ocupados, es decir, tienen un trabajo ya sea por cuenta ajena o cuenta propia, frente al 57,12% de las mujeres de 16 a 64 años. Si nos centramos en el trabajo autónomo, al analizar los datos por género (cierre de 2018), comprobamos, una vez más, que el ritmo de creación de empleo autónomo femenino en 2018 fue superior al registrado por los varones: mientras los varones aumentaron un +1,1%, las mujeres lo hicieron al 2,4%.

“El año pasado ellos crecían en un 0,3% y ellas en un 0,4% lo que nos da la certeza de que el emprendimiento femenino y su impulso para crear empleo ha llegado para quedarse y es na realidad que facilita la incorporación al mundo laboral a la mujer. Son sus propias jefas, con ideas propias, con fuerza y creadoras de empleo natas a quien hay que apoyar para que consoliden sus negocios”, ha asegurado Candelaria Carrera.

En valores absolutos, de los 49.986 nuevos cotizantes que sumó el RETA en el año que acaba de finalizar, 27.680 son nuevas emprendedoras (el 55,3%) frente a 22.306 nuevos trabajadores por cuenta propia varones. Según los últimos datos, las mujeres representan el 35,6% del total de autónomos.

En tanto en cuanto a ingresos se refiere la diferencias de ingreso bruto en el colectivo autónomo está muy polarizada, es decir la muestra se concentran fundamentalmente en dos polos, uno los que ganan 25.000 euros y menos brutos al año y dos los que tienen ingresos superiores a 46.000 euros y en este último caso, hay diferencia por género, ya que el 29,9% de los varones están en esta circunstancia y el 20,5% de las mujeres, pero la diferencia es menor, la mitad que cuando se hablaba de ingresos más reducidos.

Carrera explica que esta situación se traduce que a pesar de que entre el colectivo autónomo también hay diferencias de género entre la ganancia, la posibilidad de generar mayores ingresos para una autónoma es mayor que en el caso de ejercer su profesión por cuenta ajena.

Por lo que respecta a la inversión, Serrano apunta que hay ciertos problemas a la hora de pedir financiación. Aunque en este caso matiza que no por un problema de machismo, sino de cultura financiera. “No te lo niegan por ser mujer, sino por no saber plantear para qué es la inversión”, explica. Sin embargo, sí que ve una diferencia entre hombres y mujeres. “La mujer no acostumbra a insistir, si ya le han dicho que no, no investiga y eso hay que cambiarlo”, apunta.

¿CÓMO EMPRENDEN LAS MUJERES?

La mujer autónoma históricamente ha estado muy supeditada al negocio familiar, sin embargo la tendencia está cambiando según el estudio realizado por ATA, ya que la mitad de las autónomas se decidieron a emprender o bien por proporcionarse su propio empleo o bien por desarrollar su propia idea de negocio. Por otro lado se observa que hay un 12,1% de mujeres que compaginan un trabajo por cuenta ajena con el emprendimiento que aunque algo más bajo que el porcentaje de varones que está en esta misma situación un 19,9%, no deja de ser un porcentaje significativo.

Eva Serrano, presidenta de Aseme, asegura que las mujeres tienen un estilo concreto de liderazgo y de inversión. Y saca una conclusión: “Cuanto más mujeres lideran empresas, más mujeres dirigen equipos y más igualitarios serán”. Explica que son personas más empáticas y conservadoras a la hora de hacer inversiones. “Yo puedo ser mi jefa y es la mayor libertad de una mujer, porque puedes decidir por ti misma”, apunta.

La diferencia de género en este aspecto se dio fundamentalmente en el número de trabajadores, de aquellos que afirmaron tener trabajadores a su cargo, más de la mitad de las mujeres decían tener uno o dos trabajadores, (59,6%), sin embargo los varones con uno o dos empleados representaban el 47,7% de la muestra.

A medida que se preguntaba por mayor número de empleados la representatividad de autónomas era inferior, los autónomos con tres o más trabajadores a su cargo representan el 53,3%, sin embargo para esta misma condición las mujeres solo representan el 40,3% de las encuestadas.