Regulación del trabajo por cuenta propia

Un año con la nueva Ley de Autónomos: ¿sabes qué implica?

Casi la mitad de los profesionales de este colectivo asegura no estar al corriente de las medidas de esta Ley, que entró en vigor en enero de 2018. Analizamos algunos de los avances, qué piden las asociaciones de autónomos y qué queda por hacer.

Casi la mitad de los profesionales de este colectivo asegura no estar al corriente de las medidas de esta regulación

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Ana García Moreno

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Se cumple un año de la entrada en vigor de la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo. La norma introducía mejoras para este colectivo como la ampliación de la tarifa plana de 50 euros a un año. Sin embargo, tras su implantación, casi la mitad de los profesionales autónomos reconoce no estar al corriente de las medidas que han entrado en vigor en este último año. Así se deriva de la II Encuesta sobre Jubilación y Hábitos de Ahorro de los españoles, del Instituto Santalucía.

Además de la tarifa plana, a la que se acogieron más de 850.000 trabajadores en el último año, según el Instituto Santalucía, la ley contemplaba también otras medidas como la posibilidad de cambiar hasta cuatro veces al año la base de cotización para adecuarla a los ingresos o deducciones fiscales.

Unas medidas que tal y como señalan desde ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos) han favorecido nuevas iniciativas y han otorgado más protección a los autónomos: “Ha sido un pilar fundamental que ha servido para garantizar la viabilidad de muchas iniciativas emprendedoras y de negocios que ya llevaban tiempo esperando una oportunidad”, asegura Lorenzo Amor, presidente de ATA.

De este modo, desde la organización señalan que en 2018 se ha registrado un incremento del número de autónomos en unas 50.000 personas. Además, el conjunto del colectivo ha generado otros 70.000 empleos de trabajadores por cuenta propia. Lo que se traduce en que en la actualidad haya 4,1 millones de empleos bajo el paraguas de los autónomos, según datos facilitados por ATA.

Sin embargo, tal y como confirma su presidente, “se ha notado la desaceleración del buen ritmo que tomamos el año pasado. De hecho las previsiones eran crear 135.000 empleos y nos ha faltado el empujón final”.

Medidas insuficientes

Por su parte, desde CEAT (Confederación Española de Autónomos) explican que, si bien es cierto que esta norma supone un importante avance en aspectos muy relevantes, también deja pendientes reivindicaciones históricas de este colectivo. “No contempla, por ejemplo, la posibilidad de acceso de los autónomos a la jubilación parcial (aunque sí anticipada) o de cotizar en función de los ingresos, y tampoco abre la posibilidad de que puedan cotizar en régimen de dedicación parcial. Las mejoras en aspectos como el paro o el IVA de caja también quedan fuera de la nueva ley”, cuenta Pedro Barato, presidente de CEAT.

Por su parte, desde UATAE (Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores) explican que “la ley de reformas urgentes incumplió las expectativas que prometió en un principio, y que han tenido que plasmarse en las reformas que el Gobierno ha negociado con las organizaciones de autónomos”. Medidas que implican el aumento de las bases de cotización y de la cuota de autónomos, que se aplica desde el 1 de agosto de 2018.

Con todo ello, desde UATAE denuncian que la ley “no introdujo nada en lo referente a las urgentes prestaciones sociales que exigen los autónomos ni sobre una cotización más justa”.

Desde UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) también señalan que “ha quedado sobradamente demostrado que la normativa que vio la luz en el pasado mes de enero era obviamente mejorable”. Unas mejoras que tal y como también defienden desde esta organización se han ido consiguiendo a lo largo del año a través de las citadas negociaciones entre las asociaciones de autónomos y el ministerio de Empleo

Sí ha servido, no obstante, para conseguir algunas mejoras. Así tal y como explica Pedro Barato, presidente de CEAT, “no cabe duda de que la posibilidad de cotizar por los días efectivamente trabajados y no por meses completos es un avance, que era absolutamente necesario y una respuesta inteligente para acabar con el fraude y adaptar la legislación a las nuevas formas de trabajo y de negocio que surgen de la economía colaborativa y disruptiva”.

Sin embargo, siguen preocupando aspectos como las pensiones de los autónomos. De hecho, según el Instituto Santalucía, la jubilación es el principal quebradero de cabeza, en términos financieros, al que aluden los autónomos, colectivo que también se muestra preocupado por la desprotección de la Seguridad Social, tanto en paro, como pensiones o en caso de accidente de trabajo o enfermedad profesional.

¿Qué queda por hacer?

Entre las medidas ya anunciadas, la mayoría de autónomos –un 82,9%- demanda al Gobierno que prolongue la tarifa plana durante más años, según datos del Instituto Santalucía.

Mientras tanto, las asociaciones de autónomos abogan por medidas a largo plazo que sigan fomentando la actividad emprendedora: “Hay que levantar todas las barreras culturales, educativas y administrativas para ejercer la actividad empresarial”, asegura Barato.

Entre sus reivindicaciones se encuentran la posibilidad de ajustar la cotización a ingresos reales, regular la cotización a tiempo parcial, definir la figura del autónomo no habitual y revisar la de los TRADE (autónomos económicamente dependientes). Asimismo, desde CEAT piden que se revisen otros aspectos como permitir que los autónomos puedan acceder a la jubilación anticipada y realizar contratos relevo, así como revistar la prestación por cese de actividad o posibilitar que puedan contabilizar la totalidad de la vida laboral para el cálculo de la pensión. Por su parte, UPTA señala la necesidad de modificar la Ley de Segunda Oportunidad y la Ley de Morosidad. Medidas que están todavía sobre la mesa.