Entrevista Diego Ballesteros, presidente ANCLA

La parte oculta del emprendimiento: ansiedad y depresión

"Cuando estás inmerso en un ritmo frenético de trabajo parece que no tienes tiempo para preguntarte si estás bien", explica Diego Ballesteros, fundador de Bewe Software y presidente de ANCLA

parte oculta del emprendimiento

parte oculta del emprendimiento / Unsplash

Lidia Álvarez Vellido

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Cuando se habla de los problemas o barreras al emprender todo se limita a temas relacionados con la financiación, burocracia o socios fundadores pero va más allá.

En marzo, Diego Ballesteros, fundador de Bewe Software, se sentó en su ordenador, abrió su cuenta de Twitter y comenzó a compartir su malestar ocasionado por arduos años de trabajo. Se había dado cuenta de que aquello no era pasajero ni un simple problema psicológico que se solucionaría de un día para otro. Estaba inmerso, como afirma él mismo, en una “depresión de caballo. No podía meterme en la ducha, escribir un mail o de hacer una llamada. Todo me parecía un mundo y me veía incapaz de reaccionar", explica.

Su acción repercutió en el conjunto de la sociedad de emprendedores que se sumaron a la causa y comenzaron a contar sus historias. “El hilo tuvo una repercusión muy grande. Muchos emprendedores me escribieron con casos graves, intentos de suicidio, alcoholismo…”, cuenta Ballesteros.

Así nació ANCLA, una iniciativa social de la que Ballesteros es presidente impulsada junto a otros referentes del sector emprendedor como Diego Ballesteros, fundador de Bewe Software; Íñigo Juantegui, cofundador y CEO de OnTruck; Alejandro Artacho, CEO y fundador de Spotahome; o Carlota Mateos, cofundadora de PlenEat.es y Rusticae.es. Su objetivo es derribar tabúes y ofrecer apoyo tanto a emprendedores como a demás personas que lleven ritmos acelerados y tengan posibles síntomas de ansiedad o depresión. Una plataforma con distintas herramientas donde hablar sobre problemas emocionales sin perjuicios y desmitificar el arquetipo de "tiburón de los negocios".

No es oro todo lo que reluce

Lejos del estereotipo de que emprendedores son personas de éxito, con dinero, todo les va bien… La realidad es otra. "Ser emprendedor acarrea tomar decisiones a diario. Cuando estás inmerso en un ritmo frenético de trabajo parece que no tienes tiempo para preguntarte si estás bien, si necesitas tomarte un respiro o pensar las cosas con calma", asegura Ballesteros.

Entre los trastornos más comunes que destaca el emprendedor y presidente de ANCLA dentro del ecosistema es la ansiedad por hacer las cosas lo más rápido posible y bien. "Cuántas veces estamos trabajando, acudiendo a reuniones, cogiendo llamadas, etc. mientras pensamos en todo lo que tenemos que hacer sin centrarnos en lo que hacemos ahora", explica el emprendedor quien asegura que a esto hay que añadirle los problemas de la vida personal, "que también la tenemos y en ocasiones la limitamos".

Sin ánimo de lucro, ANCLA funciona como un lugar de encuentro para cuidar e impulsar a emprendedores a salir de sus estados emocionales y mentales que les impiden crecer y llevar una vida sin desórdenes de ningún tipo. Por ello, además de forjar una comunidad, aspira a convertirse en una herramienta de acceso para emprendedores. Asimismo, ofrecerá diferentes programas y sesiones de mindfulness que constituirán una red firme de apoyo y diálogo constante donde los componentes del proyecto puedan compartir sus experiencias y proveerá información contrastada, basada en evidencia científica, sobre el impacto de la actividad emprendedora en la salud de los emprendedores y sus estrategias de afrontamiento.

De forma paralela, se abrirá una línea de investigación, amparada por la Universidad Complutense de Madrid, el Instituto de Investigación y Formación en Ciencias Cognitivas Nirakara y diversos especialistas en la materia para ayudar a otros a comprender por qué se desarrollan estos problemas derivados de la salud mental y dotar de las herramientas para solventarlos.

"El problema está cuando sufres depresión y no lo sabes. Personalmente, creo que es más común de lo que creemos solo que pensamos que “esto no nos puede pasar a nosotros”, cuenta Ballesteros, quien añade que estas patologías se verán reflejadas en los resultados de la startup. "Tus estados de ánimo influyen en tu día a día, y si no estás focalizado o no encuentras inspiración, tu startup no funcionará como debería. No digo que no pueda tener éxito, pero si no estás al 100% se verá reflejado en los resultados".