MERCADO LABORAL POST-COVID

La desconfianza de los empleados aumenta por culpa del virus y las previsiones económicas

La incertidumbre se está apoderando de casi todas las esferas del ámbito laboral. Así, los trabajadores temen poder contagiarse del virus en el centro laboral, así como perder el empleo sin capacidad para encontrar otro.

Los trabajadores temen poder contagiarse del virus en el centro laboral, así como perder el empleo sin capacidad para encontrar otro.

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Fran Leal

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La situación por la que estamos pasando de crisis nos está pasando factura a todos, sin lugar a dudas. Y los trabajadores, como no podía ser de otro modo, también están sufriendo este ‘rally’ de sensaciones, sobre todo en lo que a la confianza se refiere.

De hecho, un reciente estudio presentado por LinkedIn desvela que, efectivamente, el escenario socioeconómico nacional está haciendo mella en la confianza de la población activa. La encuesta, realizada entre el 29 de junio y el 26 de julio, sitúa la confianza de los profesionales en los 34 puntos, en un rango que comprende entre -100 y +100 puntos.

Descenso en la confianza del empleado

Esta cifra supone un descenso de 4 puntos respecto a los resultados de la encuesta inmediatamente anterior (del mes de junio). El retroceso en la confianza de la población activa, según las conclusiones de la red social profesional, se debe al aumento de la incertidumbre sobre la seguridad laboral, así como las perspectivas financieras y de carrera, siendo los trabajadores con capacidad de decisión quienes sienten más confianza, frente a sus empleados a los que la situación les va minando poco a poco.

En términos sectoriales, y siempre según los datos revelados por LinkedIn, el de Bienes y Consumo es el que revierte los mejores resultados, con cerca de 50 puntos en el índice de confianza. Cierran el podio Hardware y redes, junto a Finanzas, ambos por encima de los 40 puntos. En el otro lado de la moneda, los profesionales de los Medios de Comunicación son los menos optimistas, con una valoración de tan solo 18 puntos.

Además, también se han analizado las sensaciones de los trabajadores ante la vuelta al trabajo, tras meses de confinamiento y teletrabajo. Aquí, la exposición a otras personas que no se toman en serio las medidas de protección ante el coronavirus se presenta como la mayor preocupación.

Consecuencia directa de la actual coyuntura

A pesar del descenso en la confianza de los empleados, no hay que perder de vista el contexto de excepcionalidad que estamos viviendo. En este sentido, según nos confirma el psicólogo Jordi Isidro Molina, director del centro Cedipte-Psicología en Barcelona, se viene observando un incremento de la alerta y tensión social entre los trabajadores, así como entre trabajadores y empresarios, “por miedo al contagio y por el futuro económico de cada uno de ellos”, expone. Y es que, en resumidas cuentas, los empleados “tienen miedo a perder su trabajo y no poder encontrar otro, lo que se puede traducir en más tensión en los ambientes laborales”, afirma Molina.

En opinión del psicólogo, si juntamos la posición de los trabajadores, que no se atreven a cambiar de trabajo y se ven forzados a seguir donde están sin motivación, con la del empresario, que no quiere gastar en despidos y sigue aguantando a trabajadores que no quiere en la compañía, “todo esto provoca un cóctel explosivo que acaba desgastando la confianza”, algo que, como es bien sabido, cuesta ganar, “pero se pierde en un momento”, subraya Molina, para quien resulta vital llevar a cabo un buen trabajo de comunicación desde las empresas.

En la misma línea apunta para BYZness Ángel Luis Gilsanz, director de Personas y Organización de Watch&Act, consultora española que está especializada en procesos de transformación y tecnología aplicada a la gestión de los recursos humanos (RRHH). En su opinión, “si las empresas están preocupadas por su futuro, imaginemos lo que pueden pensar los empleados de cada una de ellas”, sobre todo aquellos que no tienen un conocimiento relativamente profundo sobre la estabilidad financiera o los planes de futuro del negocio. En este contexto, “la labor de los directivos y de los responsables de RRHH debería estar basada en la sinceridad, en la transparencia y en una adecuada gestión del compromiso para asegurar la fortaleza del equipo”, afirma Gilsanz.

Tres claves para la era del Covid-19

Llegados a este punto, el portavoz de la consultora nos ha transmitido la conveniencia de atender algunos de los aspectos que, en su opinión, son fundamentales en esta época profundamente marcada por la incidencia de la crisis sanitaria del Covid-19.

En primer lugar, considerar el necesario ajuste de los procesos organizativos. En este sentido, “la digitalización es obligada para un buen dimensionamiento de los procesos y un ajuste de los costes”, algo que, si bien puede ser visto como una sustitución de puestos de trabajo, “tiene que ser presentado más bien como una preparación para la supervivencia de la compañía”, asevera.

Ligado a lo anterior, Gilsanz pone el foco en hacer una revisión de la capacitación de los empleados, para que, llegado el caso, “la empresa proporcione los procesos de reciclaje profesional (upskilling) y capacitación adicional (reskilling)” que sea necesaria en cada momento. Aquí, el portavoz de Watch&Act subraya que “sí, será necesario dedicar recursos financieros en plataformas y equipos nuevos que faciliten esa formación” y que esto sea visto como lo que es: “una inversión en el bienestar y la tranquilidad de los empleados”. Porque, en definitiva, como concluye el propio Gilsanz, “la gestión del compromiso es el punto clave para el buen funcionamiento de la empresa, y más en momentos de crisis”.