PRÁCTICAS ACADÉMICAS

A la caza de prácticas en empresas: descubre cómo conseguirlas en las universidades

Las prácticas académicas son una parte importante de la formación de un estudiante. Hay que tener en cuenta una serie de características, pero sobre todo, hay que disfrutarlas y aprender lo máximo posible. Un buen currículum con prácticas puede abrir las puertas a un trabajo.

Las prácticas académicas son una parte importante de la formación de un estudiante

prácticas universitarias

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Marta Gracia

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El expediente académico ya no es lo único que cuenta para completar un grado universitario y, mucho menos, para conseguir un trabajo acorde con los estudios. Las prácticas y la experiencia laboral son un requisito indispensable para conseguir un empleo. Desde las universidades lo saben y por ello ponen a disposición de los alumnos bolsas de prácticas para que puedan acceder a ellas.

Actualmente, las prácticas en empresas se rigen por el Real Decreto de 2014. Pero, como matiza Nuria Grané, presidenta del Grupo de Trabajo de Empleo de Crue-Asuntos Estudiantiles y vicerrectora de la Universidad de Alicante, las universidades tienen sus propios reglamentos que han ido desarrollándose. “Cada universidad puede hacer las matizaciones que quiera, siempre y cuando respeten el real decreto”, apunta Grané.

El Manual de las Buenas Prácticas Universitarias en Empresas Fundación Universidad Carlos III asegura que la realización de prácticas tiene una gran utilidad para los alumnos, a los que ofrece la posibilidad de introducirse en el mercado laboral y poner en práctica los conocimientos adquiridos durante sus estudios, y conocer de primera mano un puesto. Asimismo, consideran que es importante para las empresas de acogida, a las que permite formar a estudiantes en áreas concretas de actividad, dando la posibilidad de iniciar una carrera profesional sistemáticamente organizada desde su comienzo.

Por lo tanto, explican que el periodo de prácticas en empresas deberá tener la duración suficiente con el objetivo de facilitar la adaptación al puesto de la persona incorporada y asegurar la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades. Se considera que para poder obtener los resultados deseados, por ambas partes, la duración mínima de las prácticas debería ser de tres meses.

¿CÓMO SE PUEDE ACCEDER A LAS PRÁCTICAS?

Nuria Grané, presidenta del Grupo de Trabajo de Empleo de Crue-Asuntos Estudiantiles y vicerrectora de la Universidad de Alicante, explica que hay que diferenciar entre prácticas curriculares y extracurriculares. “Las primeras las marca el plan de estudio de cada titulación y eso marca en qué punto los estudiantes han de realizar esa práctica”, apunta Grané.

De esta manera, las que son obligatorias dependen de la titulación que se esté estudiando, aunque suelen hacerse en el primer o segundo curso. “Las extracurriculares sí que suelen hacerse cuando el alumno ha conseguido el 50% de los créditos”, afirma la vicerrectora de la Universidad de Alicante.

Por otro lado, cuando son optativas el estudiante solicita en el propio centro, a veces esta centralizado en un departamento de prácticas o un departamento de empleo. Hay una bolsa de empresas a las que el alumno puede optar. “Muchas veces lo que se hace es que un alumno dice me interesa tal empresa va y tiene una entrevista en esa empresa y ésta a lo mejor entrevista a varios estudiantes y escoge al estudiante que más le convenga a su perfil”, comenta Nuria Grané.

Cuando son obligatorias a cada estudiante se le debe asignar una práctica. La vicerrectora de la Universidad de Alicante explica que el estudiante elige a principio de curso cuales son sus preferencias y se intenta acceder a la preferencia mayor de estudiante. “Si hay varios alumnos con la misma preferencia se premia el expediente académico, pero no en todas las universidades es igual, también se puede tener en cuenta la cercanía o preferencia de la empresa”, apunta.

Por lo que respecta al lado de las empresas, hay muchas que se ponen en contacto con las universidades porque están interesados en tener estudiantes en prácticas y se hace un convenio. “Todos los años todas las empresas con las que ya tenemos convenios firmados ofrece un cupo de prácticas”, explica Nuria Grané. Pero también ocurre al reves, si a la universidad le interesa alguna empresa son ellos los que se ponen en contacto con las compañías.

RECOMENDACIONES

“El mensaje que lanzamos desde las universidades es que las prácticas forman parte importante de su formación en competencias y para complementar su titulación”, puntualiza. Y añade que todas esas competencias transversales “hoy en día se valoran muy bien por los empleadores y que le van a ser muy útiles”.

Todos los estudiantes tienen derecho a hacer prácticas extracurriculares, las que son fuera del currículum, siempre que la universidad tenga una oferta de empresas que provean de esas prácticas, pero sí que está limitado el número de horas y de prácticas en empresas diferentes. “Están controlados. Un estudiante no puede hacer infinitas prácticas, mientras es estudiante”, concluye la presidenta del Grupo de Trabajo de Empleo de Crue-Asuntos Estudiantiles.

El Manual de las de las Buenas Prácticas Universitarias en Empresas Fundación Universidad Carlos III apunta que el periodo de realización de prácticas debería extenderse durante todo el año, sin limitarse a determinados periodos, adaptándose en cada caso a las necesidades de la empresa de acogida y del alumno.

Por la especificidad de las organizaciones, cabe la posibilidad de que existan determinadas épocas del año en la que sea más apropiado realizar la incorporación de becarios. Por ejemplo, determinadas empresas no admiten becarios durante los meses de verano porque al disponer de menos personal durante las vacaciones consideran que se no podrá atender convenientemente al alumno y por lo tanto aprenderá menos; por el contrario, otras empresas prefieren centrar las incorporaciones de becarios en la época estival por diferentes motivos como la mayor disponibilidad horaria de los alumnos, el trabajo desempeñado en determinadas épocas o la carga de los tutores de la empresa.