Cuando tener demasiada formación obliga a 'mentir' para encontrar trabajo

“Me llamaron de una entrevista de trabajo, pero al ver mi currículum me dijeron que estaba sobrecualificada para desempeñar la oferta”. Esta es una de las frases que se pueden leer en foros y portales de búsqueda de empleo. Una situación que muestra una realidad que se ha acentuado en los años de crisis.

Según datos del INE el 53,9% de los trabajadores están sobrecualificados para su empleo. Un porcentaje que contrasta con el 3,6% de empleados que se manifiestan por debajo de su nivel de cualificación. Y es que cada vez las empresas solicitan perfiles con niveles más bajos. En concreto 4 de cada 10 ofertas de empleo solicitan un perfil de cualificación media o Formación Profesional. Un requerimiento que se prevé que irá aumentando en el tiempo.

Según la proyección sobre el futuro del empleo Skill Forecast, elaborado por la agencia Cedefop, de aquí a 2030 los nuevos empleos necesitarán un 65% de profesionales de Formación Profesional, frente al 35% de perfil universitario o superior.

En la actualidad ya hay trabajadores que se han visto obligados a modificar sus currículums para hacerlos menos cualificados y así poder acceder a una entrevista de trabajo. Según un estudio de la consultora Nexian, el 14% de los currículums que reciben las empresas reflejan menos formación de la real con los llamados currículums en B. Se trata de aquellos que sacrifican esa frase que atestigua su doctorado, grado o máster, para así intentar acceder a la soñada entrevista de trabajo.

Universitarios demasiado preparados

Esta picaresca no sólo tiene implicaciones para el futuro empleado, si no también para las compañías. Además refleja la brecha existente entre lo que ofrece la universidad y lo que demandan las empresas.

Según una encuesta realizada por Ironhack, el 72% de los universitarios asegura que invirtieron un tiempo excesivo en realizar sus estudios. Creen además que la teoría básica podría condensarse mejor para acortar los tiempos empleados.

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La IMF Business School ofrece varios programas basados en la demanda real de las empresas, a través de la escucha activa de las nuevas tendencias: ciberseguridad, Big Data y marketing. La escuela ha añadido tres retos que el mundo académico deberá superar para adaptarse cuanto antes a la demanda actual y evitar los currículums en B:

• Actualizar la metodología: La tecnología será uno de los conocimientos más demandados en los próximos años. Los estudiantes necesitan cada vez más planes adaptados a las necesidades y basados en el lenguaje del siglo XXI.
• Incidir en las competencias: No bastará con adquirir conocimientos teóricos, también es necesario contar con una serie de competencias transversales generales a cualquier empleo y que impulsen el desarrollo profesional del alumno.
• Atender a la verdadera demanda laboral: Apostar por la puesta en marcha de convenios, bolsas de trabajo y otros servicios desde las universidades, así como el fomento del emprendimiento.