A la caza del inversor de oro

El sector inmobiliario autóctono busca atraer a la C.Valenciana a compradores extranjeros multimillonarios con incentivos como la ‘golden visa’

La pandemia ha disparado el interés de ricos europeos, americanos y asiáticos por las segundas residencias en la costa blanca y Valencia

El sector inmobiliario valenciano busca atraer a inversores multimillonarios

El sector inmobiliario valenciano busca atraer a inversores multimillonarios / Activos

Ramón Ferrando

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El sector inmobiliario valenciano busca atraer a inversores multimillonarios gracias a incentivos como la ‘golden visa’ (que otorga el permiso de residencia a extranjeros no comunitarios a partir de compras de medio millón de euros) y al potencial de las villas de lujo de la Marina Alta y de los inmuebles en la capital del Túria. La pandemia ha disparado el interés de los compradores europeos que buscan una segunda residencia y de ricos procedentes de Estados Unidos y Asia que se quieren instalar en la Comunitat Valenciana. El año pasado, los extranjeros compraron 1.130 viviendas de más de medio millón de euros en la Comunitat Valenciana, según datos del Colegio Notarial de Valencia. Los ciudadanos que están comprando las casas más caras proceden de Países Bajos (el año pasado adquirieron 198 viviendas de más de medio millón).

Delfín Martínez, vicedecano del Colegio Notarial de Valencia, explica que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 el sector comenzó a estudiar alternativas para atraer a grandes inversores. "La ‘golden visa’ se instauró como una de esas medidas tras analizar lo que estaban haciendo otros países europeos como Gran Bretaña o Italia. Estos inversores con recursos son muy beneficiosos porque dinamizan la economía. Un extranjero que compra una vivienda de lujo suele invertir en los siguientes cinco años entre un 20% y 25% de lo que se ha gastado en el inmueble en reformas y equipamiento", asegura el vicedecano. "La idea de estas iniciativas es que los compradores extranjeros con un alto poder adquisitivo dirijan desde aquí sus empresas y atraigan a más directivos y empresarios", añade.

Rusos

Los rusos eran una de las nacionalidades que más dinero se gastaban en viviendas, pero el mercado está totalmente cerrado desde el inicio de la invasión de Ucrania por el bloqueo bancario. Roberto Botella, director de la oficina de Engel & Völkers en Alicante, afirma que los rusos con dinero que tradicionalmente invierten en la Costa Blanca "buscan viviendas de entre uno y tres millones de euros". Ahora hay rusos que están perdiendo las reservas que adelantaron porque no pueden pagar por el bloqueo bancario. Algunos han perdido adelantos del 10%. Botella precisa que ahora "los ‘inversores de oro’ proceden de Suiza, Francia o Bélgica. Buscan apartamentos junto al mar y terrenos frente a vistas especiales. Estos clientes tienen un presupuesto medio de entre medio millón y un millón de euros, y un porcentaje mas reducido sube hasta los dos millones".

En el caso de la Marina Alta, el perfil es más exclusivo. Miguel Ahuir, director de la oficina de Olivares Consultores en Dénia, subraya que cada día tienen más peso dentro del mercado de lujo los clientes neerlandeses y los belgas de origen flamenco. "Aquí manejan presupuestos de entre 750.000 y 1,5 millones de euros. Es un mercado de mucho lujo. Algunos incluso están interesados en casas de tres millones de euros, que suelen ser proyectos hechos a medida". Ahuir destaca que el mercado de lujo está creciendo con fuerza en la Costa Blanca. "La pandemia ha incrementado la necesidad en muchas personas de pasar más tiempo de calidad con la familia. Antes, este tipo de clientes extranjeros con alto poder adquisitivo solía comprar cuando tenía entre 55 y 60 años pensando en el retiro. Ahora cada vez hay más gente de entre 45 y 50 años que busca viviendas de un millón de euros. Son empresarios o médicos con un alto poder adquisitivo que compran para disfrutar de Dénia o Xàbia entre cuatro y seis semanas al año", indica.

Cristina Recasens, fundadora de la inmobiliaria Recasens Real Estate y especializada en el mercado de lujo, asegura que en el caso de València estos inversores buscan pisos de más de 1,5 millones de euros. "Históricamente ha habido mucho inversor de este tipo procedente de China, Rusia o Estados Unidos, pero ahora están entrando venezolanos, mexicanos y de países como Polonia. Suelen pagar por la reforma de la vivienda que compran unos 1.200 euros el metro cuadrado, el doble que un valenciano. Esto es porque no escatiman en lujo y buscan tener cocinas de diseño y mármoles de mucha calidad en el suelo", apunta Recasens.