El miedo a una burbuja inmobiliaria vuelve a ganar fuerza

La percepción de que estamos próximos a una burbuja inmobiliaria está volviendo a hacerse un hueco en las mentes de los españoles. Desde el comienzo de la pandemia se había moderado el temor a un escenario de este tipo, pero la tendencia ha vuelto a repuntar. Si en junio de este año era una idea que los españoles valoraban con una nota media de 5,5 sobre 10, en septiembre ha subido a un 6,1 de media.

¿Qué ha pasado en solo tres meses para que se produzca este cambio? Según recoge el informe ‘Radiografía del mercado de la vivienda en el segundo semestre de 2021’, elaborado por Fotocasa Research, se debe fundamentalmente a los elevados precios del alquiler (53%) y de compra (48%) de vivienda. "Hay una evidente sensación de que los precios siguen al alza", se plantea en las conclusiones del análisis.

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Con respecto a la compraventa, los datos de la tasadora Tinsa indican una subida interanual del precio medio de la vivienda nueva y usada del 8,6% en octubre, con respecto al mes en el que el índice general marcó el nivel más bajo desde el inicio de la crisis del covid. De hecho, algunas señales recientes de posible sobrevaloración han llevado a las autoridades a acentuar su vigilancia, para comprobar si se trata de un fenómeno transitorio o si marca el principio de un cambio de tendencia. 

El alquiler, en cambio, registró descensos interanuales del 5,6% a cierre del tercer trimestre, según el Índice Inmobiliario del portal Fotocasa. 

"Con la llegada de la pandemia muchos españoles esperaban que los precios, especialmente de compra, bajaran drásticamente y esto no está ocurriendo", comenta María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa. En opinión de esta experta, el hecho de que "los precios no estén cayendo con la fuerza esperada puede ser uno de los motivos que lleven a los españoles a pensar que estamos próximos a una burbuja inmobiliaria".

Sin embargo, desde el portal inmobiliario descartan que en la actualidad se esté dando el mismo peligro de burbuja que en los años previos a la gran crisis financiera. En primer lugar, explica Matos, "porque los precios no están subiendo de forma desorbitada y ahora mismo el precio medio de la vivienda de segunda mano está casi un -40% por debajo de los años del boom inmobiliario". La segunda razón que aporta la directora de Estudios de Fotocasa es que aunque los bancos no han cerrado el grifo de los préstamos hipotecarios, están siendo "mucho más cautos y comedidos que en el pasado". "Las financiaciones no superan en ningún caso el 90% del total hipotecado y se están buscando perfiles con cierta solvencia", asegura.

Vivienda en propiedad

En este sentido, el informe destaca un argumento que se mantiene a lo largo del tiempo: nueve de cada diez particulares mayores de 18 años activos en el mercado de vivienda en general está de acuerdo con la idea de que el sentimiento de propiedad sigue muy arraigado. Su valoración es de media de 7,6 puntos sobre 10.

Con esta predisposición hacia la vivienda de propiedad, la mayoría (7,2 puntos) también considera que el precio del alquiler hace que compense pagar más una hipoteca. Y ante la pregunta de si la tendencia del mercado es a alquilar más y comprar menos, el 37% se muestra a favor, frente al 45% de hace seis meses. 

A su vez, pierden apoyo los argumentos a favor de la propiedad por cuestiones patrimoniales. Así, la identificación de la compra de vivienda como una buena inversión ostenta en septiembre una nota de 6,9, desde los 7,1 puntos de febrero. También ha perdido respaldo (de 6,3 puntos en febrero de 2021 a 6 puntos en septiembre del mismo año) el argumento de que una casa es la mejor herencia que se puede dar a los hijos, de acuerdo con este estudio. El portal inmobiliario interpreta que puede ser un efecto derivado de las expectativas sobre los precios que trajo inicialmente la pandemia y que se han podido "ver frustradas" por el encarecimiento del mercado de los últimos meses.

No obstante, el arraigo del sentimiento de propiedad es una cuestión mucho más asentada entre los estratos de más edad. Igual que sucede con la idea de que comprar una vivienda es una buena inversión. En estos segmentos también suelen ser menos partidarios al alquiler, en contraste con los jóvenes. Por ejemplo, entre los españoles de 18 a 24 años se valora esta tendencia con 6,2 puntos, mientras que los que tienen entre 45 y 75 años le dan una puntuación de 5,6.

En relación con los cambios en el mercado a raíz de la pandemia, también se ha deshinchado ligeramente la percepción de que muchos inmuebles de alquiler vacacional pasarían a alquiler de larga duración: en febrero, un 51% de particulares se mostraba favorable a esta idea. En septiembre son el 44%, siete puntos menos.