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El oro encadena máximos: las claves que llevan su cotización sobre los 2.000 dólares

La inversión refugio por excelencia está marcando récord tras récord, avivada por la incertidumbre en los mercados bursátiles. ¿Qué le depara el futuro a este metal precioso? Según Jack Janasiewicz, gestor en Natixis, hay cuatro factores que van a seguir empujando su cotización. 

La inversión refugio por excelencia está marcando récord tras récord, avivada por la incertidumbre en los mercados bursátiles. ¿Qué le depara el futuro a este metal precioso? Hay cuatro factores que van a seguir empujando su cotización.

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Redacción BYZness

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Pocos activos funcionan como parapeto ante las crisis como el oro. La inversión ‘refugio’ por excelencia está marcando precio de récord tras precio de récord, avivada por la incertidumbre que se extiende en los mercados bursátiles de todo el mundo. 

Una vez pasado el shock inicial de marzo y la oleada de ventas que le sucedió, la búsqueda de liquidez de los inversores ha dado paso de nuevo al interés por esta materia prima. La semana pasada anotó un nuevo máximo histórico tras rebasar la barrera de los 2.000 dólares la onza, y en lo que va de año acumula ya una revalorización de cerca del 30%. 

¿Qué le depara el futuro a este metal precioso? Según Jack Janasiewicz, gestor de carteras de inversión en Natixis Investment Managers, hay cuatro factores clave que empujan su cotización a cotas nunca vistas. Y según explica, “hasta que estos cuatro catalizadores no disminuyan, será difícil ver alguna presión significativa a la baja”. 

1. Las tasas reales:

Como el oro no produce rendimientos fijos, mientras que los bonos o las acciones con dividendos sí lo hacen, este coste de oportunidad “siempre ha sido un argumento en contra” a la hora de optar por este activo, señala el experto. En sus palabras: “No te van a pagar por sentarte y mantener el activo”. 

Sin embargo, nos encontramos en un contexto de tasas nominales de los títulos de renta fija tradicionales muy bajas “y los rendimientos reales en negativo -y en descenso-, este argumento del coste por mantener la posición ya no es un viento en contra.”, señala el gestor de Natixis. 

“De hecho, estás perdiendo dinero en los retornos sobre la inversión ajustados por inflación de la mayoría de títulos de deuda pública. Así que a medida que los rendimientos reales se vuelven más negativos, el oro como reserva de valor parece ser más y más atractivo cada día”, asegura.

2. Rendimientos negativos en aumento:

En segundo lugar, Janasiewicz destaca el repunte que están experimentando los activos ‘seguros’ de renta fija con intereses negativos. “A medida que la oferta de activos que ya no tienen un rendimiento positivo sigue aumentando, se añade presión alcista sobre los ‘activos refugio’ alternativos como el oro, ya que los inversores buscan un medio para preservar valor”, expone. 

En su opinión, se limita a una simple cuestión de “oferta y demanda”: la oferta de activos de rendimiento negativo sigue impulsando la demanda de activos que puedan librarse de la erosión de la inflación y retener valor a corto plazo.

3. El dólar ha comenzado a retroceder:

El tercer punto tiene que ver con el dólar. La moneda estadounidense está perdiendo fuerza frente a muchas de las principales divisas. “Y aunque parte de esto puede ser más debido a la fortaleza del euro, un dólar más débil también actúa como catalizador para el oro, al buscar los inversores un activo en el que retener su poder de compra”, indica el gestor. 

En su opinión, si bien hay muchos argumentos que pueden explicar el retroceso del dólar “preocupaciones relacionadas con la COVID-19, las elecciones (en EEUU), los tipos de interés reales, los diferenciales de crecimiento de las economías, las respuestas fiscal y monetaria…”, la razón no es realmente importante ante la consecuencia, que no es otra que el impulso al oro. “El oro se cotiza en dólares y a medida que el dólar cae en valor, el oro se vuelve más barato de comprar”, concluye.

4. Menor funcionalidad de la renta fija como contrapeso del riesgo:

Por último, el experto hace referencia a la perspectiva de construcción de cartera. En este sentido, considera que a medida que los bonos del Tesoro de Estados Unidos están cada día más próximos a un nivel inferior a cero, “la capacidad de que los rendimientos aumenten rápidamente en tiempos de volatilidad de la renta variable se hace más difícil. Hay mucho más espacio para que los rendimientos se recuperen cuando están en el 4%, por ejemplo, frente a cuando están en el 0,53%”. 

El resultado es, según detalla, que la renta fija cada vez aporta “menos utilidad” en la construcción de carteras. Y de nuevo, los inversores encuentran en activos como el oro para compensar el riesgo de la renta variable.