CRISIS DEL CORONAVIRUS

Hipotecas en tiempos de COVID-19: ¿es buen momento para pedir financiación?

La crisis afecta a todos los sectores de la economía. El inmobiliario es uno de ellos y ya se nota que el número de hipotecas cae, aunque las entidades financieras siguen funcionando y concediendo préstamos hipotecarios. ¿Es buen momento para pedir una hipoteca?

La crisis afecta a todos los sectores de la economía. El inmobiliario es uno de ellos y ya se nota que el número de hipotecas cae, aunque las entidades financieras siguen funcionando y concediendo préstamos hipotecarios

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Marta Gracia

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La crisis sanitaria del coronavirus ha desencadenado una crisis económica. Las previsiones muestran que lo peor está por venir, en temas económicos, y por ello organismos y entidades ya se están preparando para esa situación. El Gobierno de España ya ha puesto en marcha algunas medidas como la moratoria del pago de las hipotecas durante tres meses. Los bancos ya anuncian provisiones para poder cubrir posibles impagos de estos préstamos y el Banco de España considera que la tasa de morosidad aumentará. Actualmente, esa tasa se sitúa en el 4,9% y se llegó al 8% en 2008. Ante esta situación de incertidumbre y desconfianza ¿es posible pedir una hipoteca? Y lo más importante ¿es posible que el banco te la conceda?

Según los últimos datos del CIS, solo un 3,4% de los españoles tiene pensado comprar una nueva casa después del estado de alarma y del fin del confinamiento. A pesar de ese porcentaje tan pequeño y de la situación los bancos aprueban y conceden préstamos hipotecarios. La mayoría de los trámites para solicitar financiación deben realizarse a distancia. Por ello, los trámites se pueden retrasar, pero la mayoría de las entidades aseguran que se están cumpliendo los plazos previsto en la mayoría de los casos.

El sector bancario sí que reconoce que el número de solicitudes de hipotecas ha disminuido. El bróker hipotecario Housfy afirma que la demanda de créditos para primera vivienda se ha reducido entre un 30% y un 50%; no obstante, la proptech aclara que estas cifras “se compensan parcialmente con una mayor demanda de subrogaciones”.

¿Es más difícil conseguir la hipoteca?

El profesor del CEF-Udima, Edesio Ureña, señala que es igual de complicado, fácil o de difícil que antes. Los criterios de riesgos  y de solvencia a la hora de conceder una hipoteca no creo que vayan a cambiar por parte de las Entidades Financieras. “Lo único de lo que se podría beneficiar el futuro prestatario es de una  posible caída (leve) del precio de la vivienda, respecto del inicio de la fecha de la pandemia”, explica Ureña.

Por su parte, José Ramón Sánchez, profesor de EAE Business School, asegura que las entidades financieras “van a estudiar con lupa la solvencia y situación económica del nuevo solicitante”, aunque reconoce que seguramente ofrezcan ciertas bonificaciones, como alguna compensación con el euríbor, ampliación de los plazos de pago, ciertas moratorias. No obstante, también cree que los bancos podrían obligar que se contrate un seguro de protección del pago por el miedo de la situación actual. 

Lo único de lo que se podría beneficiar el futuro prestatario es de una  posible caída (leve) del precio de la vivienda, respecto del inicio de la fecha de la pandemia

Después de la crisis del 2008, los bancos tienen claro o “al menos deberían de tenerlo”, puntualiza Ureña, que el criterio de solvencia es quizás el criterio más importante a la hora de conceder un préstamo hipotecario. Este criterio nos dice (estudio realizado en su día por el extinto Banco Hipotecario de España) que cuando concedemos préstamos por encima de un 40% (Ratio de endeudamiento) de los ingresos netos de la unidad familiar, empezamos a estar en “zona de riesgo”. Es decir, ejemplifica el profesor del CEF que si una unidad familiar cuenta con unos ingresos mensuales netos de 3.000 euros mensuales, los bancos consideran que están en “zona de normalidad” cuando destinan a pagar una cuota/mes por el préstamo formalizado de 1.200 mes (3.000 x 0,4 = 1.200). “Si superamos este importe para este ejemplo, los bancos empezarían a analizarnos de otra manera (mayores garantías)”, explica.

En 2019, la aprobación de la ley hipotecaria hizo que, durante unos meses, el número de préstamos cayó con fuerza. Algo que los expertos coinciden volverá a pasar durante esta crisis de la COVID-19, aunque José Ramón Sánchez recalca que la caída de hipotecas se va a ralentizar porque “estamos en una situación de incertidumbre, en la que vamos aprendiendo”. Por ello, considera que conforme se vaya vislumbrando la normalidad se va a ir mejorando, aunque continuará la caída, pero se irá ralentizando.

A pesar de la situación, hay que descubrir la mejor hipoteca

Los expertos de Solvia recomiendan calcular con qué ahorros se disponen para adquirir el inmueble para poder pagar la entrada y saber la cantidad máxima que financiera la entidad bancaria. Y señalan que para encontrar la hipoteca con las mejores condiciones en estos tiempos de confinamiento, las consultas deben ser telemáticas y así evitar desplazamientos. “Es posible enviar una solicitud online para saber si el banco concedería la hipoteca o hablar en remoto con los gestores de hipotecas para una orientación”, explica. 

De todos modos, la oferta ahora mismo es más o menos similar en casi todas las entidades: el interés de los préstamos hipotecarios a tipo fijo llega hasta el 1,5% y el de los variables al 0,9% más el euríbor, actualmente en negativo. “Lo que cambiará en la oferta serán los productos vinculados”, aseguran.

Ana Botín, presidenta del Banco Santander, señaló en una entrevista en El País, que una de las iniciativas para reactivar el sector inmobiliario en la que están trabajando pasa por una colaboración público privada. De esta manera, Botín explicó en la entrevista que sería una iniciativa con el ICO, para ayudar a los jóvenes a comprar su primera vivienda. “En ese programa, el comprador pagaría tan solo un 5% del valor de la casa y el banco le daría la hipoteca por el 95% con una garantía del ICO del 20%”, detalló la primera espada del Santander. Según sus cuentas, con esta colaboración público-privada se podría llegar a crear 500.000 puestos de trabajo y “ayudar a miles de jóvenes a independizarse”.