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Qué hago con mi planificación de ahorros si me han metido en un ERTE

La incertidumbre económica de la familias está creciendo a gran velocidad después de que muchas empresas hayan decidido aplicar ERTEs para evitar pérdidas insostenibles. 

La epidemia del coronavirus está empezando a ser un drama no solo en el plano de la salud, sino también en la economía de muchas familias.

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Héctor Chamizo

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La epidemia del coronavirus está empezando a ser un drama no solo en el plano de la salud, sino también en la economía de muchas familias. La incertidumbre está creciendo a una gran velocidad después de que muchas empresas hayan decidido aplicar ERTEs para evitar pérdidas insostenibles que las lleven a cerrar la persiana. Sin embargo, esto es algo que lastra las perspectivas de ahorro de muchos españoles.

¿Qué podemos hacer con nuestra planificación financiera si la empresa para la que trabajamos nos ha metido un ERTE?

Lo primero de todo, según recomiendan la mayoría de los expertos, es que coger aire, tener tranquilidad, y empezar a reconstruir la situación con la cabeza fría. Esto nos lleva a no tomar decisiones precipitadas de las que más tarde nos podamos arrepentir.

Tomar las riendas

Una vez hayas parado ese impulso de ansiedad, es importante que sigas una serie de pasos que pueden hacer que esa hiperventilación financiera se vea reducida. Según Victoria Torre, responsable de producto de Self Bank, lo primero de todo es que “mires el presupuesto que tienes”. Y es que como sucede en cualquier administración pública o una empresa, un particular debe “fijarse en su balance para saber cómo actuar ante un imprevisto”.

Es la herramienta principal, con independencia de los ingresos, para “tomar las riendas de las finanzas personales”, asegura Torre. Así, con los números sobre la mesa “sacarás el máximo partido al capital del que dispones aun sabiendo que tendrás que renunciar a muchos deseos en el corto plazo”, añade.

Siguiendo este esquema, los expertos de BBVA señalan que es importante que calcules los gastos e ingresos que vas a tener actualmente para poder diseñar una nueva estrategia personal. Tal y como indican son las dos variables claves “para poder ahorrar y planificar el presupuesto antes citado”.

Por eso, su identificación clara “permitirá definir de manera correcta las prioridades en el corto, medio y largo plazo”. La entidad financiera concreta que puede parecer un esfuerzo muy complejo, pero “varios programas informáticos o servicios de banca online son en la actualidad una ayuda para delimitar las partidas mensuales de aquellas que son anuales y su cálculo adecuado”.

Cálculo de ajustes y gastos esenciales

El siguiente paso, siempre manteniendo esa calma y moviéndose con los números que tengas, hay que hacer los “ajustes que se necesiten”, según expone José Luis Herrera, analista independiente. Generalmente, los ingresos de las unidades familiares suelen ser estables, en comparación con los gastos. De ahí a ajustarse a los “gastos fijos” e intentar que los variables no sean “demasiado cuantiosos”.

Dentro de este aspecto habría que situar al ahorro como “un gasto obligatorio” que se debe hacer. Quizás en algunas situaciones no sea posible guardar el 10% de los ingresos, más aún cuando se ha perdido el trabajo, pero es necesario fijarse estas metas si es posible “para seguir manteniendo una solvencia financiera". Especialmente, librarse de los gastos superfluos que suelen tener muchos particulares.

Los expertos de BBVA también recomiendan para aquellos que hayan perdido el empleo temporalmente que hagan una revisión constante de sus números. Es vital para que su salud económica sea óptima.

En su opinión, con el paso del tiempo los objetivos establecidos en el presupuesto inicial “pueden variar”. Al haber desarrollado un presupuesto, “podrás tener un rigor financiero necesario para que exista un equilibrio entre gastos e ingresos y es fundamental tener fijados en el calendario y planificados los principales eventos financieros para poder hacerlos frente”, aseguran los analistas de la entidad bancaria.

Pensar en el futuro

Por otra parte, una vez que asimilas que estarás sin trabajo y con ingresos más bajos de los habituales has de centrarte en el presupuesto actual para pensar en el horizonte. Las cifras no solo deben centrarse en el corto plazo, sino que conviene “hacer una planificación de lo que está por venir en base a las cuentas actuales”, comenta Torre.

En este sentido, es aconsejable observar los créditos que tenemos, puesto que es clave “reducir el endeudamiento”, afirma Herrera. Por eso, si tienes un colchón de ahorros previos, es preferible que destines parte del mismo a que “disminuyas tu nivel de apalancamiento para generar una mayor solvencia”. Sobre todo, teniendo en cuenta que ahora los tipos de interés están bajos.

Por último, es necesario contar con un dinero líquido disponible ante cualquier imprevisto que “pueda aparecer”, exponen los expertos de BBVA. Por consiguiente, en todo presupuesto la entidad resalta que es fundamental que “exista una partida que va destinada al fondo de emergencia progresivo o el ahorro”, incluso en una situación de desempleo.