NUEVO INMOBILIARIO

Coliving: así es la nueva tendencia que se abre paso al compartir piso

Compartir espacios para trabajar se ha convertido en una práctica muy común en el nuevo marco de la economía colaborativa, con la proliferación de coworking por doquier. Ahora, esta tendencia busca abrirse paso también en el ámbito habitacional.

Compartir espacios para trabajar se ha convertido en una práctica muy común en el nuevo marco de la economía colaborativa, con la proliferación de coworking por doquier. Ahora, esta tendencia busca abrirse paso también en el ámbito habitacional

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Coliving / economia

Fran Leal

Fran Leal

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Hace ya tiempo que muchos autónomos y emprendedores comenzaron a recurrir al coworking para optimizar su trabajo y, además, intercambiar experiencias e inquietudes con personas que están en la misma situación. Y es que, compartir entornos de trabajo, a través del alquiler de puestos o salas, ha dejado de ser una práctica extraña.

El nuevo escenario laboral en el que nos movemos está favoreciendo que sea así. Jordi Isidro Molina, director del centro de psicología Cedipte, señala que existen desde lo psicológico dos grandes beneficios para quienes se adentran en esta aventura. Por un lado, los personales y, por otro, los grupales. A nivel personal, el psicólogo apunta que permite conseguir una mayor motivación, con la posibilidad de contagiarnos positivamente de otros en cuanto a rutinas u objetivos. Y en cuanto a la esfera grupal, se abre la posibilidad de “conocer gente de tu sector o de otros, formar parte de un equipo, trabajar nuestras habilidades sociales, ver otros puntos de vista, buscar colaboraciones, no sentirse solo y poder sentirse parte de algo”, enumera Molina.

En la misma dirección apunta Leopoldo Ceballos en su último libro ¿Cómo sobrevivir al estrés? (ExLibric, 2020), donde afirma que compartir espacio y comunicarnos con otros “resulta de lo más eficaz para recuperar energía”. En esta línea, sostiene que “cada conversación nos enriquece un poquito, modifica ligeramente nuestro estado de ánimo y nos hace pensar de una forma diferente”. En definitiva, todo nos lleva a recordar nuestra condición de animales sociales.

Del coworking… al coliving

Así, si el fenómeno del coworking ya parece asentado, otras tendencias se van abriendo paso en sectores como el inmobiliario, con inquietudes muy parecidas. De hecho, según apuntan desde Instituto de Valoraciones, para este 2020 se espera una extensión del concepto del coworking hacia lo que se denomina coliving, una nueva tendencia que entremezcla vivienda y espacio de trabajo compartido.

Por su parte, desde la plataforma inmobiliaria Vitrio también defienden el importante papel que va a jugar esta nueva tendencia de cara a responder a las necesidades que tienen los perfiles profesionales como freelance o emprendedores. 

Algunos podrían pensar que estamos hablando del hecho de compartir piso, como se hace tradicionalmente. En verdad, se trata de compartir piso, sí, pero implica mucho más. La directora de Marketing y Comunicación de Vitrio, Laura Barroso, nos lo explica así: “El coliving y el compartir piso son dos métodos de vivienda muy diferentes. Si bien es cierto que ambos consisten en alquilar una habitación en un piso o edificación en el que se comparten las zonas comunes, el objetivo de cada una de estas tendencias es completamente diferente”.

Una tendencia con proyección de futuro

Si bien es cierto que surge en el marco de la economía colaborativa, según Barroso, “el coliving no es necesariamente una extensión del concepto de coworking, aunque de algún modo van de la mano”, pues no dejan de ser tendencias que buscan “nuevos formatos y métodos de trabajo que se adecúen a los hábitos y necesidades” de quienes los usan.

Por ello, la portavoz de Vitrio defiende que, más que a la idea de piso compartido, el concepto se asemeja más al de residencia de estudiantes. Muestra de ello es que las instalaciones, que se ubican normalmente en las zonas céntricas de las principales ciudades, suelen ser muy completas y modernas, comprendiendo “desde habitaciones con baños privados o compartidos hasta zonas comunes recreativas, gimnasio, lavandería y otras inspiradoras donde los residentes pueden socializar y compartir experiencias”, asevera.

A esto le acompañan otros servicios, como la limpieza periódica o que los suministros estén incluidos en el alquiler mensual. Y también que exista una gran flexibilidad en cuanto a la duración del alquiler. Ahora bien, “por el hecho de contar con todas estas instalaciones y servicios, alquilar una habitación en un coliving suele ser, en general, más costoso que hacerlo en un piso compartido”, advierte.

Un escenario aún por acotar

Como decíamos, esta nueva tendencia habitacional pretende aportar soluciones ya no solo relacionadas con el trabajo, sino también con problemáticas cada vez más agudas como la escasa oferta o los desorbitados precios del alquiler en determinadas zonas de las grandes ciudades. Mucho se ha hablado de regular los precios del alquiler en nuestro país pero, ¿cómo podría afectar al coliving? Al respecto, Barroso afirma que, “en España, no existe aún una regulación clara y definida para este tipo de vivienda”. Y, además, estos espacios acogen a los residentes en periodos que pueden ir desde días hasta años, con lo que se genera un “panorama borroso a la hora de entender cómo podría afectar la regulación de los precios del alquiler, teniendo en cuenta que aún no está implementada ni se conocen sus condiciones definitivas”, concluye la portavoz de Vitrio.

Así pues, el tiempo dirá cuál es el papel que desempeñará en el futuro esta nueva tendencia habitacional y de trabajo, pero todo parece indicar que no será la última en un contexto que cambia a una velocidad de vértigo y donde las compañías buscan constantemente nuevos nichos para desarrollar su actividad.