FINANZAS DESDE CERO

6 conceptos que tienes que conocer si quieres empezar a invertir

La iniciación a la inversión en Bolsa puede ser complicada sin un conocimiento básico. Los expertos coinciden en que la formación es esencial si quieres que tu dinero crezca. Por eso, lo primero es conocer algunos conceptos fundamentales que, como inversor novato, debes saber antes de que tomes la decisión de poner tu capital en movimiento. 

La iniciación a la inversión en Bolsa puede ser complicada sin un conocimiento básico. Los expertos coinciden en que la formación es esencial si quieres que tu dinero crezca. Por eso, lo primero es conocer algunos conceptos fundamentales

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Héctor Chamizo

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Invertir sin tener unas nociones previas es “como estar en mitad del bosque sin orientación ni tener ninguna brújula”, describe José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi. Y es que desenvolverse en los mercados a ciegas “puede suponer que nuestro dinero desaparezca en cuestión de poco tiempo”, añade. 

De ahí a la importancia de manejar unos términos básicos que pueden ayudarte a que tu cultura sobre el ámbito bursátil mejore. ¿Cuáles son los más esenciales para aquellos que están menos familiarizados? Los expertos coinciden en algunos que te pueden servir para romper el hielo.

Acciones y dividendos

Son dos conceptos diferentes, pero cuya comprensión es necesaria para que puedas desenvolverte con facilidad en el futuro. Las acciones o títulos es lo que son “participaciones del capital de las sociedades anónimas que cotizan en la Bolsa”, describe Antonio Castelo, responsable de renta variable de iBroker. De tal forma que cuando adquirimos una quiere decir que pasamos a ser “propietarios de una parte del capital de esa compañía”. 

En cuanto a los dividendos, cabe resaltar que muchas empresas destinan parte del beneficio derivado del desarrollo de su actividad a “retribuir a sus accionistas”, comenta Cárpatos. En este sentido, como inversor, te corresponde “una fracción de los beneficios de la empresa, en función de cuánto hayas aportado”. Es decir, según cuántas “acciones tengas”, añade. Esto es lo que se entiende por dividendo.

De aquí emerge otro término que en los últimos años ha tenido un mayo auge: el llamado Scrip dividend. Se trata de una fórmula de remunerar a los accionistas, que consiste en “ofrecer la alternativa de cobrar el dividendo en efectivo o en acciones”, relata José Luis Herrera, analista independiente. La diferencia está en que el pago en títulos se hace mediante una ampliación de capital, que explicaremos a continuación.

Ampliación de capital y OPV

Otro de los términos con los que tienes que tomar contacto para conocer el entorno bursátil es el de, precisamente, ampliación de capital. Se trata de una operación que las empresas llevan a cabo para conseguir financiación. 

Tal y como analiza Castelo, se lleva a cabo “aumentando los fondos propios de la compañía y la forma más habitual de hacerla es emitiendo nuevas acciones que se pueden comprar en el mercado”. Igualmente, las compañías también pueden ampliar capital “incrementando el valor nominal de sus acciones ya existentes”, según Cárpatos.

Y siguiendo este hilo también es importante que conozcas lo que quiere decir OPV (Oferta Pública de Venta). Esas siglas se refieren al instante en el que un accionista, que tiene un gran volumen de acciones de una compañía, decide “venderlas en un proceso regulado y ordenado”, explica Herrera. Así, habitualmente son las salidas a bolsa de una compañía o las privatizaciones de empresas del ente público.

PER y valor contable

Por último, vamos a centrarnos en dos conceptos que son muy utilizados para aquellos que siguen de cerca las bolsas. El primero es el PER (ratio precio-beneficio), que es el número de veces que el beneficio que obtiene la compañía “está contenido en el precio de la acción”, analiza Castelo. Dicho de otro modo, es el resultado de dividir el beneficio entre el precio de los títulos. 

En esta línea, cuando este ratio es alto se entiende que “el potencial de crecimiento del beneficio es elevado, aunque también el riesgo de que haya caídas en el valor si no se cumplen los pronósticos”, dice Herrera.

Asimismo, no nos podemos olvidar del término valor contable o valor en libros. Se trata del precio que los activos de una empresa tienen en los libros de contabilidad. Es decir, es “el valor teórico de una compañía”, matiza Cárpatos. De esta manera, el precio que marcan las acciones puede estar por encima de ese valor teórico o también por debajo.