Finanzas personales

¿Cómo podemos saber nuestra salud financiera?

Igual que ocurre con nuestra salud física cuando nos hacemos un chequeo, los expertos señalan que es conveniente realizar un diagnóstico de nuestra salud financiera. Esa diagnosis estudia temas tan importantes como si somos capaces de cumplir con nuestras obligaciones financieras y si nuestro futuro está suficientemente asegurado. ¿Cómo podemos hacerlo?

Es importante hacer un diagnóstico sobre si somos capaces de cumplir con nuestras obligaciones financieras y si nuestro futuro está suficientemente asegurado

Salud financiera

Salud financiera / economia

Héctor Chamizo

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Antes de nada, los expertos de BBVA señalan que hay cuatro grandes dimensiones que van desde lo básico a lo más complejo para conseguir descifrar si nuestra economía es saludable. La primera de ellas trata sobre cómo “manejamos el dinero en el día a día”. Dicho de otro modo, cómo somos capaces de administrar “los ingresos y los gastos que tenemos”, destaca Alfonso Arellano, de BBVA Research. 

Para Victoria Torre, responsable de producto de Self Bank, indica que es necesario que te “auto evalúes y te cuestiones sobre los resultados que te has marcado” en relación con el presupuesto del que dispones. Es posible que las metas no se puedan alcanzar por falta de ingresos, sino por mal manejo de, por ejemplo, “productos financieros como las tarjetas de crédito”. O bien pudiera ser porque te has “endeudado en exceso y tus ingresos son insuficientes”, o porque hayas priorizado “el gasto”.

La constante suele ser la misma. Torre recomienda “detenerte y ver qué está pasando con tu dinero”. Es decir qué te impide “tener una buena salud financiera”, para después llevar a cabo las acciones necesarias en cuanto a “lo que puedes hacer para mejorar tu economía”.

Debes tener en cuenta a la hora de evaluar tu salud financiera, principalmente, los gastos. Tomar en consideración que las transacciones financieras se engloban en dos grandes grupos: gastos e ingresos; y de estos dos, “solo tienes 100% del control sobre los gastos, ya que no está en ti decidir cuánto puedes ingresar”, dice Torre.

Así las cosas, si tienes tus gastos a raya, entonces significa que estás gestionando bien tu dinero. La pregunta es, ¿Cómo se puede medir? Y la respuesta sencilla es, que estos se encuentren por debajo de tus ingresos. Aun así, aunque esta es la respuesta simple, tiene “sus complejidades, puesto que no es solamente que estén por debajo de lo que ingresamos, sino cómo de bajos sean”, añade.

No es lo mismo ganar 1.000 euros y gastar 9.980 que percibir esa misma cantidad y gastar 800 euros. En ese sentido, más allá de que los tengas por debajo de tus ingresos, tienes que ver “cómo repercute esto en tus finanzas”. Por lo tanto, en la medida en que tus gastos estén más por debajo de tus ingresos, entonces “tu salud financiera estará cada vez mejor”, considera Torre.

Factores que influyen en nuestra salud financiera

Arellano expone que hay que tener en cuenta las siguientes dimensiones que influyen en nuestra salud financiera: nuestra capacidad de mover el dinero del presente al futuro y viceversa; además de las posibilidades que tenemos para endeudarnos. En concreto, trata sobre “la capacidad de ahorrar”. Sobre nuestra posibilidad de guardar recursos sobre eventos futuros. 

En cuanto a la capacidad que tenemos para disponer de préstamos, el experto de BBVA Research asegura que están “estudiando la capacidad de poder pagar nuestras deudas financieras”. Por último, se centraría en el nivel de planificación y la estabilidad financiera fundamentada en el uso de seguros. 

Tal y como analiza Arellano, cada una de estas cuatro dimensiones se pueden dividir en dos factores y al final podemos resumirlo todo en las siguientes preguntas: ¿Gastamos menos de lo que ingresamos habitualmente? ¿Pagamos habitualmente nuestras facturas a tiempo? ¿Tenemos ahorros suficientes en nuestra cuenta corriente? ¿Disponemos de ahorros suficientes para cuando nos jubilemos? ¿Consideremos que es sostenible nuestro nivel de endeudamiento? ¿Tenemos un buen historial del pago de esas deudas? Con cada respuesta afirmativa de estas preguntas estaremos valorando de alguna forma “una mejor salud financiera”. 

En este sentido, si mantienes tus gastos a raya, tus inversiones no están comprometidas y puedes afrontar las deudas, quiere decir que “no estás enfermo en términos financieros” y gozas de una estabilidad con respecto a los presupuestos de tu “economía particular”, termina Torre.