FINANCIACIÓN

El crowdlending logra financiar más de 50 millones de euros en el primer semestre

Como particulares, podemos invertir en empresas parte de nuestros ahorros en busca de una rentabilidad. Las facilidades que ha aportado la tecnología al sector financiero, lo hacen posible gracias al crowdlending.

Como particulares, podemos invertir en empresas parte de nuestros ahorros en busca de una rentabilidad. Las facilidades que ha aportado la tecnología al sector financiero, lo hacen posible gracias al crowdlending

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Fran Leal

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La tecnología ha cobrado un protagonismo incuestionable en numerosos sectores. La agilidad y rapidez que aporta a los procesos y operaciones también han alcanzado al ámbito de la financiación y han aparecido nuevas formas de financiar, más allás de las vías tradicionales.

Un ejemplo es el crowdlending, que evoluciona de una manera positiva en nuestro país. El primer semestre de 2019, las plataformas que forman parte de la Asociación de Crowdlending Española (ACLE) han financiado más de 50 millones de euros en España, según nos transmite Mireia Badía, vicepresidenta de esta asociación que agrupa y representa a las principales empresas de crowdlending en nuestro país. En 2017, la financiación se acercó a los 100 millones, y en 2018 registró 118 millones. Entre las principales plataformas que figuran en ACLE se encuentran Circulantis, Colectual, Excelend, Finanzarel, Grow.ly, Inversa, October, Lendmarket, MyTripleA, Socilen y Zänk.

¿Qué es el crowdlending?

“El crowdlending supone una fuente de financiación emergente para pymes, alternativa y complementaria a la financiación bancaria y a otras fuentes tradicionales”, afirma Badía. Como decíamos, la tecnología ha impactado con fuerza en el sector financiero, y en este contexto, “el crowdlending es una de las verticales más disruptivas que conforman el ecosistema fintech, que ha cambiado la industria financiera tradicional”, expone.

En resumidas cuentas, gracias a este modelo, un particular puede financiar a una empresa u otro particular, obteniendo después una jugosa rentabilidad. Como nos explica Badía, “el crowdlending ha venido a democratizar el sistema tradicional bancario, ofreciendo la posibilidad de financiar a empresas o particulares de la economía real a cambio de una rentabilidad media que puede oscilar entre el 2 y 7 por ciento, dependiendo de la plataforma, el riesgo y el producto”.

Por otra parte, las pymes se aprovechan de esta oportunidad para obtener financiación. Para ellas, “supone una forma de complementar la financiación tradicional y bancaria, aportándoles agilidad, transparencia y rapidez”, apunta Badía, que destaca que los plazos de obtención de fondos, por lo general, son entre un 30 y un 50 por ciento más rápidos que los de la financiación bancaria.

Gestión del riesgo

No hay que olvidar que, además de lo expuesto, constituye un elemento de diversificación del riesgo en relación con las fuentes de financiación para las pequeñas y medianas empresas, que permite “contrarrestar momentos del ciclo económico de disminución o cierre del crédito bancario”, afirma Badía.

Ahora bien, como se repite hasta la saciedad, el inversor también debe tener muy en cuenta el riesgo y tener claro lo conveniente de diversificar. “Es importante la diversificación como estrategia para minimizar riesgos. Es nuestra recomendación a los inversores, porque así se evitan riesgos de concentración”, confirma.

Llegados a este punto, ¿qué ocurre con la morosidad? ¿Hay problemas en este sentido en el crowdlending? Nos resuelve la duda Badía: “Teniendo en cuenta el binomio rentabilidad-riesgo, no se puede dar una respuesta homogénea”. Aunque cada plataforma gestiona la morosidad de manera independiente, “en todas ellas se hace un seguimiento continuo de las empresas con préstamos formalizados, así como de aquellas en fase de estudio, con el fin de tener clara su situación financiera”, aclara Badía. Desde ACLE, según nos cuenta su vicepresidenta, promueven además que haya rapidez en la gestión de morosidad cuando se requiera, inmediatez en las actuaciones y transparencia de información hacia los clientes.

Evitar la concentración

Esa diversificación, al fin y al cabo, busca evitar la concentración de nuestras inversiones en pocas cestas. Grow.ly, una de las asociadas a ACLE, ha creado una tabla en la sección de estadísticas con el fin de que los inversores puedan conocer en detalle qué importe está invertido en cada empresa y qué porcentaje representa sobre el total de la cartera.

Para orientar aún mejor al inversor, la firma ha establecido unos parámetros orientativos de clasificación del riesgo con colores por empresa:

Una cartera adecuadamente diversificada, según cuentan desde Grow.ly, sería aquella en la que se ha invertido en un mínimo de 50 empresas, con porcentajes parecidos en cada una de ellas. A efectos prácticos, si el importe fuera el mismo en cada una de ellas, estaríamos exactamente en un 2 por ciento cada uno. De ahí que el tramo de 1 al 2,5 por ciento se considere riesgo bajo. Por el contrario, si tuviéramos exactamente un 10 por ciento en cada empresa, significaría que estamos en 10 empresas, algo muy arriesgado, ya que en caso de impago en alguna de ellas se vería afectada en exceso la rentabilidad.