VIVIENDA

La subida de precios en Madrid empuja a los jóvenes a hipotecarse sin conocimiento

El acceso a la vivienda en propiedad de los jóvenes madrileños es difícil. Los altos precios y los bajos salarios son las trabas que se encuentran. Sin embargo, son optimistas con llegar a tener una vivienda en propiedad y con la hipoteca que les concederá el banco.

El acceso a la vivienda en propiedad de los jóvenes madrileños es difícil. Los altos precios y los bajos salarios son las trabas que se encuentran

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Marta Gracia

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Los jóvenes madrileños tienen una relación complicada con la vivienda en propiedad. El acceso a adquirir una les requiere cada vez más esfuerzo financiero y más apoyo familiar, pero los jóvenes de entre 25 y 35 años se muestran optimistas. Estas son las conclusiones del informe elaborado por el Salón Inmobiliario de Madrid “Los jóvenes madrileños y el acceso a la vivienda en propiedad”. El director general de SIMA asegura que “lo tienen difícil, pero no imposible”. 

La encuesta, realizada a los jóvenes que visitaron la SIMA en junio, refleja que tienen dificultad para acceder al mercado residencial. Sin embargo, este año crece el número de personas de entre 25 y 35 años que cuentan con un presupuesto de entre 180.000 a 240.000 euros hasta el 31,7%. Eloy Bohúa, el director general del salón, asegura que se debe a que ha aumentado el precio de la vivienda en Madrid. No obstante, matiza que a estos jóvenes encuestados, que van predispuestos a comprar una vivienda, “se les presupone más dinero que en otras comunidades”. 

Sin embargo, el aumento de presupuesto para la compra de una vivienda va relacionado con el aumento de jóvenes que necesitan financiar más del 80% de la compra. En este caso, el 42,8% de los encuestados necesita ese porcentaje de financiación frente al 36,6% del año anterior. Así, la proporción de encuestados que necesitaría financiar el 80% o menos (lo que se considera porcentajes sostenibles) se reduce al 57% este año, mientras que en 2017 y en 2018 sumaban de media el 63%.

Otro punto que ha empeorado respecto al año anterior es que el 48,1% de los jóvenes va a necesitar alguna ayuda familiar, frente al 40% que lo señalaba el año pasado. Tal y como revela el informe, la trascendencia de esta solidaridad no es pequeña y habla de la vulnerabilidad de un alto porcentaje de jóvenes madrileños, ya que sin esa ayuda la mayoría afirma que no podría emanciparse o que, de hacerlo, sería a costa de cambiar radicalmente de planes. 

Destinan más a la hipoteca, pero creen que no les afectará

Los jóvenes madrileños se muestran convencidos de que su banco les va a dar la hipoteca. En torno al 80% de los entrevistados considera que tiene “muchas” o “bastantes” posibilidades de que le concedan la hipoteca que necesita, frente al 20% que no lo ve tan claro. Este porcentaje tan alto llama la atención, ya que un 42,5% de los jóvenes no ha consultado con ningún banco. Esta situación refleja el componente de mera impresión personal que traslucen los encuestados en su valoración de las opciones de que disponen a la hora de conseguir la hipoteca que desean. 

El optimismo de los jóvenes contrasta con que 6 de cada 10 jóvenes señala que tendrá que dedicar más del 30% de sus ingresos al pago de la cuota de la hipoteca. Este 60% lo tendrá muy “complicado, por no decir imposible”, en base a los criterios actuales de solvencia exigidos por las entidades financieras, que sitúan en torno al 35% de los ingresos de la unidad familiar el esfuerzo máximo para el pago de la hipoteca.

Para los organizadores del SIMA es llamativo, e incluso chocante, que la mitad de los encuestados, concretamente el 49%, declare que el pago de la hipoteca no tendrá consecuencia alguna en su vida diaria. Una de las causas de este alto porcentaje es que el 48,9% de los encuestados que quieren comprar casa es porque quieren pasar de alquiler a propiedad. Los alquileres en Madrid están elevados y la mensualidad de la hipoteca no supondría mucho cambio.

Sin embargo, el director general de SIMA matiza que el alto porcentaje de jóvenes que asegura que el pago de la hipoteca no tendrá consecuencias en la economía familiar se debe a “un excesivo optimismo y a un posible desconocimiento”. 

El presupuesto medio del que disponen los jóvenes de entre 25 y 35 años para comprar su futura vivienda es casi un 6% inferior al de la media de la muestra total del informe de SIMA: 258.671 y 274.389 euros, respectivamente. También su capacidad para incrementarlo anualmente está ligeramente por debajo. En 2019, el presupuesto medio de los jóvenes creció un 4,5% respecto a un año antes, mientras que el de la muestra total lo hizo en un 8,7%.

Debido a los altos precios de las viviendas y a los bajos salarios de los jóvenes, el 60% de los encuestados hubiese preferido emanciparse antes. Un porcentaje más alto que el del año anterior cuando era menos de la mitad de los encuestados. Por otro lado, solo el 3,5% de los jóvenes de entre 25 a 35 años considera que aún es pronto para comprar. 

De esta encuesta también hay que destacar que aumenta el número de jóvenes que quiere una casa en propiedad porque quiere formar una familia. En 2019, el 31,8% eligió esta opción. Pero el porcentaje mayoritario sigue siendo el de porque ha encontrado un trabajo estable o han mejorado su salario, que también ha aumentado respecto al año anterior hasta el 32,7%. Sin embargo, el porcentaje de jóvenes que han conseguido ahorrar y por ello compra una cosa ha bajado hasta el 18% desde el 23,6% de 2018.