INVERSIÓN

¿Y si quiero invertir en un producto que mi banco no vende?

Obtener una rentabilidad anual con nuestro dinero, a través de la inversión, no solo es posible a través de nuestra entidad financiera. De hecho, es probable que el producto que buscamos no lo tengan entre su oferta. Por ello, hay que buscar más allá de nuestro banco.

Obtener una rentabilidad anual con nuestro dinero, a través de la inversión, no solo es posible a través de nuestra entidad financiera. De hecho, es probable que el producto que buscamos no lo tengan entre su oferta

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Héctor Chamizo

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Una vez que tomamos la decisión de emplear nuestro dinero en invertir para intentar ganar una rentabilidad anual, lo más habitual es que contactemos con nuestra entidad financiera de confianza. Sin embargo, también podemos buscar asesoramiento externo para ver qué productos se pueden ajustar más a nuestro perfil de riesgo. 

Opciones limitadas

En ese proceso de recibir un asesoramiento óptimo ajeno a nuestra entidad bancaria podemos encontrarnos con algunos obstáculos cuando luego intentamos adquirir los productos financieros que nos han recomendado. Y es que al meternos en la plataforma de nuestro banco observamos que los vehículos que queremos adquirir no están. ¿Qué podemos hacer en este caso?

Ya sean fondos de inversión, depósitos o planes de pensiones, los expertos recomiendan que no pierdas los nervios. Que tu banco no disponga de algunos productos que quieres comprar es algo bastante común, especialmente en entidades que tienen una menor dimensión. Acaparar toda la oferta de los mercados es prácticamente imposible. Eso es lo primero que debes saber.

El papel del bróker

Según confirma José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia EAFI, los bancos “no siempre tienen todos los productos que hay en mercado, y en muchos casos tienden a vender solo sus propios productos”. Por eso ve interesante “tener un bróker que toque todo como complemento”. Hay muchos buenos, afirma. Eso sí, debe tener como requisito imprescindible “su inscripción en la CNMV”.

Que operes a través de un bróker externo no significa que rompas tu relación con tu entidad bancaria. Muchos de los ahorradores o inversores no recurren a su propio banco para hacer “este tipo de operaciones”, tal y como explica Antonio Castelo, responsable de renta variable de iBroker. De hecho, lo común, añade, es “buscar por fuera lo que no encuentras por dentro”. 

En opinión de este experto, en muchos brókeres que son independientes de los bancos se puede tener “un amplio abanico de productos”. Por eso, es importante que te “informes bien y mires la información que sea necesaria a través de Internet”, donde se pueden hacer las comparaciones oportunas. En este sentido, sería muy importante que observases “los productos que permite contratar cada plataforma, para ver si pueden estar disponibles los que quieres tener en cartera”. 

Además, habría que añadirle el capítulo de comisiones. Las entidades bancarias generalmente aplican comisiones más elevadas que otros brókeres. De ahí que tu interés aumente por hacer la contratación a través de una firma externa. Si puedes adquirir tu producto, la sociedad es solvente y los costes son menores, lo mejor es que “no te lo pienses ni un segundo”, expone Castelo. 

Aprovecharse de la competencia

En los últimos años hemos asistido a un repunte muy activo de las llamadas Fintech. Estas sociedades han reducido al máximo las comisiones y pueden permitirte invertir en muchos vehículos que los bancos no tienen disponibles. Es otra solución que puedes plantearte llegado el momento, exponen estos dos expertos. 

El mundo no se acaba en la gama de productos que tiene el banco, puesto que hay muchas opciones “que están a tu alcance”, afirma Cárpatos. Lo que sí es importante es que tu información sea la “mejor posible” para evitar sustos en el futuro, ya muevas tus ahorros en una plataforma completamente digital, o lo hagas a través de otra entidad. Los expertos coinciden en que “no te debes dejar engañar en ningún momento”. 

Eso sí, invertir en los diferentes productos que las empresas financieras ofrecen tiene un riesgo. Un riesgo que comparte con los productos financieros tradicionales: no hay rentabilidad sin asumir que puedes tener pérdidas. Esto lo debes tener muy presente cuando contrates un producto que tu banco no vende, puesto que es posible que no lo haga al considerarlo tóxico. 

He ahí la importancia de la información. Observa cuáles son los productos que están ofreciendo todos los competidores, bajo qué condiciones y a qué precio. Tu dinero es sagrado y debes mantenerlo salvaguardado siempre que puedas. Es la máxima de la inversión.