Drive&win, seguros de coche para millennials que premian por conducir bien

Los jóvenes tienen más siniestros y más graves. De ahí que surgiera Drive&win con un modelo de negocio diferente al de los seguros de coche tradicionales, marcándose el objetivo de premiar a sus asegurados, pero siempre que sean buenos conductores. Procedente de Estados Unidos, la idea originaria de Drive&win surgió a finales de 2015 y, a pesar de que acaban de arrancar en el mercado español, ya han conseguido el premio 'Prince Michael de Seguridad Vial'. 

Su propuesta de valor diferencial se basa en adelantar la bonificación de buen conductor solo por descargar una aplicación en el móvil y conducir correctamente. “Se puede medir el riesgo de la conducción solamente con una app. Lo que ahorramos en siniestros lo invertimos en recompensas”, asegura el director general de Drive&win, Luis Peña. 

“El componente más importante se asienta en los incentivos para prevenir un accidente, la tecnología, la gerencia de riesgos. Tratamos de que mejores tu conducta al volante, invertimos recursos en eso”, asegura Peña. Y es que la siniestralidad en los jóvenes es más alta, de ahí que lo que busquen sean “conductores responsables”. “En base a invertir más en prevención somos capaces de reducir esa cifra de accidentes”, añade. 

UNA APLICACIÓN QUE MONITORIZA LA CONDUCCIÓN

¿Y cómo lo hacen para determinar si alguien conduce bien? A través de la aplicación que los asegurados se descargan en sus smartphones que ofrece información sobre la conducción en tiempo real, a la que se accede a través de un usuario y una contraseña. Velocidad, frenada, estilo, localización, uso del coche… Todos los factores característicos de la conducción quedan monitorizados.

Tras realizar el proceso de registro, en el que hay que aportar las fotos o peritación del coche y la documentación pertinente, la app se sincroniza con el Bluetooth del coche. A partir de ahí, a través de la aplicación pueden realizar un seguimiento diario de la conducción y observar el desglose por trayectos, así como otros factores: la velocidad -que se referencia según la velocidad de la vía-, la suavidad en la conducción -si aceleras o frenas bruscamente- y el uso del coche -basado en tres parámetros de seguridad vial: conducción nocturna, hacer paradas cada dos horas y el número de trayectos realizados-. 

Este sistema, basado en el premio más que en el castigo, no persigue la excelencia, sino la responsabilidad al volante. “La app no busca la perfección en la conducción. Nuestro objetivo no es poner multas a la gente, sino todo lo contrario”, afirma Luis Peña. 

Y es que se trata de un seguro de coche "al uso", cuya totalidad de las gestiones se puede realizar de forma online, y que cuenta con daños materiales y personales, asistencia en viaje y protección jurídica y reclamación de daños como algunas de sus coberturas mínimas. Es decir, su factor diferencial al resto de seguros se asienta en las recompensas.

PREMIAR LA BUENA CONDUCCIÓN

“Cuando conducimos no tenemos un incentivo para hacerlo bien, el único es que no te pongan una multa, pero realmente nos da igual hacerlo bien o mal”, manifiesta Luis Peña.

Por ello, a través de un sistema de recompensas, Drive&win estimula la buena conducción. ¿Y en qué consisten estas? Tal y como aclara su director general a BYZness, son cheques Amazon, gasolina y entradas de cine. “El 76% de nuestros clientes consulta nuestra app una vez a la semana para saber si tiene recompensas”, informa. 

Pero ¿sale rentable bonificar a los buenos conductores? La respuesta, afirmativa, se contesta gracias a este modelo que da una vuelta de tuerca al tradicional: invirtiendo en prevención, tecnología y gerencia de riesgos para que los accidentes no ocurran, disuadiendo de las malas prácticas al volante y no tener que pagar en consecuencia por los daños de siniestros. ¿Y cómo lo hacen? Penalizando la conducción nocturna, la agresividad en forma de frenazos o la falta de descansos en largos trayectos, entre otras cuestiones.  

“El seguro tradicional cotiza, suscribe la póliza y espera a que ocurra el siniestro. Con este modelo, el aseguramiento de jóvenes no resulta rentable”, asevera Peña. Invertir en “el antes” más que en “el después”. En el premio más que en lo punitivo. Y es que ya lo dice el refrán: más vale prevenir que curar, sobre todo cuando se trata de salvar vidas.