GESTIÓN BANCARIA

Ahora cambiar de banco será como cambiar de empresa de telefonía

La cantidad de gestiones que pensamos que se deben hacer para cambiar de banco hace que muchas personas no den este paso aunque estén descontentas con su entidad, pero la realidad es otra. Te contamos cómo puedes hacer una ‘portabilidad’ de un banco a otro.

La cantidad de gestiones que pensamos que se deben hacer para cambiar de banco hace que muchas personas no den este paso aunque estén descontentas con su entidad, pero la realidad es otra. Te contamos cómo puedes hacer una 'portabilidad' de un banco a otro

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Lidia Álvarez Vellido

Lidia Álvarez Vellido

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La pereza y la falta de información son algunos factores que echan para atrás a la sociedad para cambiar de banco aunque estén descontentos con su entidad.

Según el Informe sobre la Reputación de la Banca en España 2018 de Brand Finance, los jóvenes son la población que más dispuesta está a hacer un cambio de entidad financiera y son los primeros en adoptar marcas disruptivas y tecnología bancaria, mientras que el resto de la población se lo plantea pero no termina de dar el paso.

Europa promueve la ‘portabilidad’ de un banco a otro

Debido a la escasa movilidad de los clientes bancarios, el pasado 25 de marzo entró en vigor el Real Decreto-ley 19/2017, una normativa europea sobre el traslado de cuentas de pago que establece que los bancos nacionales están obligados a gestionar sin coste adicional el traslado de cuentas bancarias de diferente entidad.

“Esta nueva normativa debería permitir cambiar de banco  de una forma más rápida, cómoda y ahorrando trabajo al cliente; por la cual la entidad está obligada a encargarse del papeleo y la burocracia del cambio de cuenta, el mismo servicio que vienen ofreciendo las compañías de teléfono desde hace años”, señala Jessica Llavero, experta en cuentas y bancos en HelpMyCash.com.

En este sentido, las entidades están obligadas a trasladar las domiciliaciones o servicios asociados a la cuenta antigua, como por ejemplo las transferencias periódicas, a la nueva cuenta de forma gratuita en el plazo que el cliente solicite, siendo el mínimo de 13 días hábiles.

También bajo petición del cliente, deben transferir los fondos desde la cuenta de origen a la de destino y cerrar la cuenta antigua, así como facilitar la apertura y traslado de servicios a cuentas transfronterizas entregando un listado de los servicios asociados a su cuenta de los trece meses anteriores.

¿Qué pasos se siguen?

Antes de nada Llavero aconseja revisar ciertas características y factores a la hora de elegir una nueva compañía para trasladar nuestro dinero:

Solicitar la ‘portabilidad bancaria’ significa que los dos bancos (el antiguo y el nuevo) se encargan de todo gratis:

  1. El banco nuevo pone a disposición del cliente un formulario en el que debe indicar el número de cuenta de origen, los servicios asociados a la cuenta, el deseo o no de transferir los fondos y cerrar la cuenta y la fecha de ejecución del traslado.
  2. Dos días háblies después de realizar esta solicitud, la nueva entidad solicitará el inicio del cambio.
  3. En los siguientes cinco días, el banco emisor debe enviar la información precisa.
  4. Una vez que la nueva entidad recibe esta información se podrá hacer efectivo el traslado en la fecha indicada por el cliente.

Un proceso que parece sencillo

En este sentido, Llavero hace hincapié en que este nuevo sistema “es un proceso súper sencillo, sin embargo la realidad es otra ya que los bancos no han desarrollado el servicio de forma eficiente y, aún sus empleados no tienen del todo claro cuál es el proceso”.

Sin ir más lejos, varios expertos del comparador de productos financieros visitaron diez sucursales distintas para pedir información sobre el tema, de las cuales, sólo dos conocían el nuevo proceso y, según aseguraban, podría tardar más de dos meses en completarse (teniendo en cuenta que el plazo debería ser superior a 13 días pero lo solicitaba el cliente).

A juicio de Llavero, “aunque en principio no existe letra pequeña, nos podemos encontrar problemas en el cambio de domiciliación de ciertos servicios, sobre todo, en los pagos domiciliados de aquellas empresas pequeñas o instituciones que requieren que sea el titular el que lo solicite.

En esta línea, “debemos asegurarnos de tener localizados todos los recibos domiciliados en nuestra cuenta”, aconseja.

En el caso de tener hipotecas o préstamos “la cosa se complica” y debemos tener en cuenta que puede que si los trasladamos podemos estar incumpliendo algunas condiciones de vinculación y el tipo de interés puede subir.