ACCESO DE LOS JÓVENES A LA VIVIENDA

Vivienda anciana: el futuro pasa por reutilizar las casas del pasado

Uno de los problemas actuales en el sector inmobiliario es el acceso de los jóvenes a la vivienda. Hay que tener en cuenta el cambio demográfico de la sociedad, por lo que los jóvenes entrarán a viviendas usadas, con nuevas estructuras.

Uno de los problemas actuales en el sector inmobiliario es el acceso de los jóvenes a la vivienda.

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Marta Gracia

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El sector inmobiliario está en plena expansión, después de unos malos años. Pero ahora se presentan otros problemas. Una de las grandes preocupaciones actuales es el difícil acceso a la vivienda de los jóvenes. El sector debe conocer los intereses de la nueva generación a la hora de hacer casas y debe haber una colaboración público-privado. Pero el problema de acceso a la vivienda va más allá: el paro de larga duración y los salarios bajos dificultan tener una casa. Este es uno de los temas que más se debate en la SIMA de 2019.

Juan Antonio Módenes, investigador del centro de Estudios Demográficos de la Universidad de Barcelona, señala que la integración entre los jóvenes y la demanda existente sí que es posible. El investigador explica que actualmente entran menos jóvenes en el mercado inmobiliario y se quedan más casas vacías, porque la pirámide poblacional se está transformando. “Hay menos creación de hogares por jóvenes y una mayor disolución de hogares por personas más mayores, es decir, hay más vivienda de segunda mano”, apunta.

Por ello, Módenes saca una conclusión: el saldo de hogares va a ser cada vez menor, “por lo que ofrecer vivienda accesible para jóvenes no va a ser solo construir vivienda nueva, sino que también será gestionar el parque existente”. De esta manera, señala que hay que facilitar la manera de acceder a ese parque de viviendas.

El investigador de la Universidad de Barcelona asegura que facilitar el acceso a la vivienda es un “win-win”, es decir, que gana tanto la oferta como la demanda. Y da tres razones para que se vea cómo se gana. La primera de ellas es que ofrecer la vivienda usada para los jóvenes mejora el sector de la reforma. La segunda razón es que facilitar el acceso mejoraría el sector y, por último, ayuda a la economía general.

Salarios bajos, empleos precarios

Una de las principales causas de porqué el acceso a la vivienda es tan difícil es debido a los empleos precarios y los salarios bajos que se registran actualmente, sobre todo, entre los más jóvenes de la sociedad. Mariam Martín, directora general de Víveme (venta de viviendas libres y protegidas de calidad), señala que la sociedad y las administraciones deben abogar porque los jóvenes puedan acceder a un alquiler.

“Es necesario poder tener acceso a una vivienda de alquiler hasta que el joven tenga estabilidad”, apunta Martín. Pero lamenta que no se puede porque no tienen un salario acorde y avisa que es aquí cuando llega el verdadero problema: “Los jóvenes menores de 30 años no pueden ni comprar ni alquilar”. De esta manera, explica que la solución pasa por políticas de empleo de calidad y de acceso a la vivienda.

Por su parte, Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Asprima (Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid), señala que parte de la dificultad del acceso a la vivienda proviene de que los bajos índices de emancipación mantienen con los índices de desempleo o el empleo precario actuales, pero el origen del difícil acceso al mercado inmobiliario se encuentra también en la falta de políticas de vivienda.

A esta realidad le suma el hecho de la actual tendencia al alza de los precios que, de forma generalizada, se está produciendo en todo el territorio español y que responde fundamentalmente, a la leyes de oferta y demanda. A medida que el número de viviendas ofertadas decrece, sobre todo en los centros urbanos de las ciudades, los precios se incrementan. En este contexto, “el alquiler es la única opción residencia que los jóvenes de hoy en día pueden permitirse para acceder a la vivienda”, señala Gómez-Pintado.

Módenes insiste en que la mayor parte de los jóvenes van a entrar a vivienda ya construida, por lo que hay que apostar por la rehabilitación. Según una encuesta, el 80% de los jóvenes menores de 45 años tenían cierto miedo a perder su vivienda en los próximos seis meses. “Tenemos problemas de acceso, pero también estabilidad. Un joven que no sabe si va a poder quedarse en su piso actual, no puede pensar en un futuro”, asegura Juan Antonio Módenes, investigador del Centro de Estudios Demográficos.

Nuevas estructuras de casa

Asimismo, el sector también tiene que pensar en cómo realizar las viviendas, ya que los jóvenes de hoy en día no buscan lo mismo para una casa que sus padres. “Hay que buscar nuevas fórmulas, porque la mentalidad de los jóvenes es diferente”, puntualiza el presidente de Asprima. Y, por ello, considera que tiene que haber cambios normativos “ágiles”, ya que ejemplifica con que ahora la normativa obliga a hacer garajes y “ahora, en las grandes ciudades, los jóvenes no lo demandan”.

Mariam Martín explica que uno de los retos del sector es la digitalización, para que ayude a reducir el precio final. “La necesidad de los jóvenes es diferente, ahora demandan ma¿s espacios comunes o servicios compartidos como coworking o lavanderías”, señala Martín. También avisa que los jóvenes se mueven más, por lo que “hay que apostar por la vivienda de alquiler y precios asequibles”.