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Por qué invertir en empresas que pagan dividendos puede proteger tus ahorros

Muchos inversores buscan meter su dinero en compañías cotizadas que puedan tener potencial en el largo plazo. Sin embargo, hay otra posibilidad para protegerse del impacto de la inflación y obtener rendimientos recurrentes que es fijarse en la rentabilidad por dividendo que ofrecen muchos valores en la bolsa.

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Héctor Chamizo

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Este modelo puede dotar de mayor estabilidad a nuestra cartera de inversiones. En términos generales, invertir supone asumir un riesgo para obtener un retorno en el largo plazo. Entre otros factores, las caídas en los mercados pueden borrar de un plumazo los beneficios que pensábamos obtener. Por eso, muchos inversores piensan en otras alternativas con las que no pierdan un excesivo nivel patrimonial.

Aquí es doónde entran en juego los dividendos, puesto que generan unos ingresos recurrentes en nuestro capital invertido. Para Sara Carbonell, relationship manager de CMC Markets, apostar por empresas que entregan una alta retribución a sus accionistas puede ser una solución para “mitigar las caídas en bolsa”.

En este sentido, la mejor manera de invertir en rentabilidad por dividendo, tal y como apunta Rafael Ojeda, analista independiente, es hacerlo en aquellas compañías que “hayan demostrado a lo largo del tiempo un mantenimiento del dividendo”. Es decir, las que a lo largo de los últimos años han sido capaces, a pesar de los movimientos a la baja en los mercados, haber podido mantener el pago a sus inversores o incluso incrementarlo.

En este punto coincide Gisela Turazzini, CEO de Blackbird Broker, que afirma que si pensamos en comprar empresas que pagan elevados dividendos “tenemos que entender si la capacidad de pago podrá mantenerse a largo plazo”, puesto que lo importante es “el ciclo económico y de qué manera las diferentes compañías se adaptan a él”.

Ventajas de invertir en dividendos

En cuanto a ventajas, Carbonell apunta que, además de reducir el impacto de los descensos en la bolsa, en entornos de tipos de interés bajos donde el ahorro no está nada premiado, y a pesar de que no tenemos muy alta inflación, si supera la baja inflación, “podemos tener un retorno que nos permita preservar el capital”.

Si nos centramos en empresas saneadas, sólidas, en las cuales no se haya fallado en el pago del dividendo puede haber especial atractivo. ¿Por qué? Según cree Ojeda porque si ese dividendo es superior al IPC, que es algo que está sucediendo habitualmente con bastante facilidad en el panorama español “obviamente evitaríamos una pérdida de patrimonio, siempre y cuando estemos en compañías que no sean una trampa de valor”.

Además, si las compañías tienen una minusvalía, a esa pérdida habría hay que restar la plusvalía que está generando las empresas. Si hay valores que pierden un 7% u 8%, pero tienen un dividendo de un 5%, es fácil entender que la empresa nos ofrece una minusvalía bastante inferior.

Si tenemos una empresa que nos renta un 5% de dividendo anual, podemos entender que en cinco años la compañía nos ha reportado un 25% vía dividendo. Lo que hay que tener en cuenta, añade Ojeda, es que “en el plazo de cinco años esa compañía no solamente no nos ha hecho perder dinero, sino que se quedado plana o nos haya hecho ganar efectivo”.

Por su parte, Turazzini expone que, bajo su criterio, la única ventaja de invertir en empresas de elevado dividendo parte de la capacidad que “tienen habitualmente de generar caja”. Es decir que habitualmente las empresas destinan parte de la caja generada a pagar dividendo, “así que por norma general las empresas que pagan elevado dividendo es porque o bien generan mucha liquidez o bien están baratas y eso habitualmente es positivo a largo plazo”. 

¿En qué compañías?

Si estamos hablando de dividendos hay unas compañías muy seguras como son las energéticas que, por regla general, analiza Ojeda, “suelen dar un dividendo muy atractivo”. Son firmas hasta cierto punto inmunes a las turbulencias de los mercados, porque “son oligopólicas” y, por tanto, hasta cierto punto “no tienen este problema de mercado”.

En el largo plazo suelen compensar las pérdidas que puedan tener las compañías en su cotización bursátil. En momentos en los que los mercados se contraen y periodos de deflación suelen actuar como refugio.

Carbonell se suma a esta visión y da nombres en concreto como Enagás o Red Eléctrica. Si miramos al otro lado del Atlántico, se pueden encontrar compañías como AT&T, e incluso hay índices que escogen las mejores compañías en rentabilidad por dividendo. Sin duda, una metodología de inversión que puede ayudar a mantener sin pérdidas nuestros ahorros.