NUEVAS FORMAS DE CONSUMO

Empleos de la economía colaborativa: ¿trabajos precarios u oportunidad?

Las plataformas de delivery han generado más de 14.300 puestos de trabajo durante 2018 y se estima que para 2020 crearán 50.000 puestos de trabajo, pero ¿la economía colaborativa es un caldo de cultivo para los empleos precarios?

Las plataformas de delivery han generado más de 14.300 puestos de trabajo durante 2018 y se estima que para 2020 crearán 50.000 puestos de trabajo, pero ¿la economía colaborativa es un caldo de cultivo para los empleos precarios?

economia colaborativa trabajo precario

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Nora Benito

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En bici, moto, metro o también en autobús… Grandes paquetes que reparten comida a domicilio, pañales o los últimos accesorios para tu bicicleta. Últimamente están por todas partes. Las plataformas de delivery han creado 14.337 puestos de trabajo en 2018 y se estima que generarán más de 50.000 puestos de trabajo para 2020, según apunta el informe 'La contribución económica de las plataformas de delivery en España', elaborado por Afi para Adigital.

Aunque es complicado definirla porque no existe consenso al respecto, la economía colaborativa consiste en “aquellos modelos de producción consumo o financiación que se basan en la intermediación de la oferta y la demanda generada en relaciones entre iguales (de particular a profesional o de particular a particular), que se hace a través de plataformas digitales, que además no prestan ese servicio, sino que lo único que hacen es poner en contacto al que oferta con el demandante”, según el director de digital policy de Kreab, Xavier Cima.

El rasgo característico de la economía colaborativa copa las grandes ciudades, pero ¿se cumplen los derechos laborales de los repartidores o se trata de una simple generación de empleo a cualquier precio? ¿Son trabajos precarios u oportunidades?

En este tema hay claros y oscuros y opiniones encontradas. A pesar de que algunas de estas compañías alegan que sus repartidores trabajan por cuenta propia, una sentencia reciente del juzgado número 33 de Madrid ha dictaminado que un rider de Glovo es falso autónomorider, tras resolver que la relación de dicho repartidor con la empresa es como la de un asalariado, después de que anteriormente dos jueces en otros casos resolvieran en contra de esto.

LOS EMPLEOS DE LA ECONOMÍA COLABORATIVA COMO OPORTUNIDAD

Que nos sumemos a la economía colaborativa supone un cambio de hábitos y cultural que cada vez es más palpable. Incluso ya se empieza a hablar de la ‘uberización de la economía’. Entre sus ventajas, sus defensores hablan de una nueva forma de consumir donde sus actividades están más al alcance de todos, ya que suelen ser más baratas, al mismo tiempo que permiten la eficiencia aprovechando mejor los recursos disponibles y potenciando en muchas ocasiones el emprendimiento. Su agilidad e inmediatez se encuentran entre algunos otros de sus puntos fuertes.

Otra de sus ventajas es la generación de empleo. “Es verdad que la economía colaborativa está ofreciendo puestos laborales a quienes tienen más difícil encontrar un trabajo, como personas jóvenes, desempleados de larga duración y quienes se han quedado sin trabajo a pocos años de la jubilación. Hay trabajadores de todo tipo, pero este modelo económico está dando salida a muchas personas que se encuentran en riesgo de exclusión”, apunta Xavier Cima.

Lo cierto es que, como consumidores, existen innumerables oportunidades para tomar partido de este nuevo modelo económico: compartiendo coches, parkings o bicicletas, alquilando servicios de vehículo con conductor, intercambiando ropa o alojamientos, bancos de tiempo, etcétera. No en vano, el economista y profesor de UDIMA, Juan José Pintado, recalca que estas plataformas son muy buenas para los consumidores porque los servicios que ofrecen son más baratos, por lo que permiten dinamizar recursos ociosos. “La plataforma que está intermediando se queda con un margen razonable: no es muy abusivo y todos ganan dinero y, probablemente, comodidad y precio, por lo que todos tan contentos”, sostiene.

LOS EMPLEOS DE LA ECONOMÍA COLABORATIVA COMO PRECARIEDAD

Las bicis son su buque insignia, pero también el transporte público. Van a la carrera y suelen cobrar por pedido. Según anuncia una de estas plataformas de delivery en su web, lo que necesitas para trabajar con ellos es “una sonrisa de oreja a oreja”. Además, serás autónomo, pondrás tú el móvil y el medio de transporte. Todo un chollo, en definitiva.

Tal y como apunta Pintado, “claramente están identificados aquellos sectores donde se dan trabajos precarios, normalmente, desarrollados por jóvenes”. Por ejemplo, algunas dedicadas a la entrega rápida de comidas. “Los defensores de estos servicios alegan, incluso cuando se realiza en bici, que se trata de una actividad verde –no contaminante- y, en todo caso, que supone una gran libertad y flexibilidad a estos trabajadores. En realidad puede suponer una tremenda explotación”, defiende.

LA REGULACIÓN, UNO DE LOS PROBLEMAS

Al tratarse de actividades tan novedosas, la falta de regulación es otro de los grandes riesgos. “Tendríamos que encontrar qué tipo de regulación conviene darle a la economía colaborativa. Hablar de trabajo precario o no precario es complicado cuando todavía nos cuesta entender qué es la economía colaborativa, pero lo que es verdad es que está generando muchos puestos de trabajo”, afirma Xavier Cima.

Según sus palabras, “quizá alguien puede sentirse en la precariedad, pero lo que hay que pedir es que la regulación se adapte a estas plataformas y nos diga cómo hay que hacerlo para que si hay alguien en precario deje de estarlo”.

En esto coincide con Juan José Pintado, quien señala que no existe prácticamente regulación legal, “lo que, unido a la oportunidad de grandes beneficios, puede derivar en abusos y en trabajos precarios en determinados sectores y ausentes de la protección que les permitiría la normativa laboral”. Otro de los problemas, también relacionado con la ausencia de su regulación, “es que se puede originar fraudes o conflictos que queden sin resolver y, desde luego, aparecen actividades que queden ocultas frente al fisco que, sin embargo, estén suponiendo una fuente de rentas en algún caso de relativa importancia”, concluye Pintado.