Internet de banda ancha

Comparador de fibra óptica: el coste de navegar sin límites

La demanda de fibra óptica se ha disparado por la pandemia: así evolucionan las tarifas

El mundo de las telecomunicaciones es un oligopolio en el que juegan muchos operadores, pero solo cuatro (Movistar, Orange, Vodafone y Grupo MásMovil) realmente compiten

Comparador de fibra óptica: Los límites del internet sin límites

Comparador de fibra óptica: Los límites del internet sin límites / Pixabay

Alicia Navarro

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Hace ya un año que el teletrabajo llegó a la vida de muchos españoles que, hasta entonces, no habían experimentado nunca el trabajo en remoto. Y lo que parecía ser una solución temporal a la que aferrarse durante las semanas más duras de la pandemia se ha convertido en el modelo de trabajo preferido para muchos empleados. Tanto es así que cerca del 83% de los encuestados en la 23º edición de Navegantes en la red asegura que, si le dieran la opción de elegir, escogería trabajar desde casa al menos la mitad del tiempo. “Los usuarios cada vez se sienten más cómodos con el teletrabajo”, comentan desde la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), autora del informe.

Sin embargo, esta clara preferencia de los trabajadores no acaba de reflejarse en las tasas finales de implantación del teletrabajo en España. Ni ahora, ni mucho menos antes de la pandemia. Tan solo hace falta retroceder 365 días para comprobar que los teletrabajadores en España no representaban ni el 5% del total (suponían el 4,8% exactamente). Esta cifra alcanzó su pico en los meses de más estricto confinamiento con un 16%, hasta estabilizarse en el 10% a principios de 2020, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Para lograr tasas de teletrabajo similares a la Unión Europea, un 33% de media, hace falta abordar en España varias cuestiones clave. La primera es la necesidad de un cambio cultural. No es fácil dejar de lado el sentimiento de relación personal tan arraigado en la sociedad española, también cuando se refiere al entorno laboral. Varias voces expertas coinciden en que las empresas españolas necesitan tiempo para hallar nuevas formas de gestionar la comunicación y las relaciones laborales. Así, el INE se muestra optimista y fija el nivel potencial del teletrabajo en España en el 22% de los ocupados. Una tasa que estima que se alcance en el próximo lustro.

La importancia de la conectividad

Aparte del mencionado cambio cultural, el posible éxito del teletrabajo se basa en la conectividad desde los hogares. En este caso, España parte de una buena posición, al ser el quinto país con mejor conectividad de la Europa de los 27, tal y como destaca el Índice de Economía y Sociedad Digital publicado por la Comisión Europea. El informe muestra como fortaleza de España el despliegue de fibra óptica hasta el hogar (FTTH en sus siglas en inglés) que es del 80%, muy por encima de la media europea, que se fija en el 34%.

Con la pandemia y la obligatoriedad de permanecer dentro de casa la relevancia de la fibra óptica no ha hecho más que crecer. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) indica que, a cierre de 2020, el total de líneas de FTTH alcanzó los 11,5 millones, un aumento de casi un 13% con respecto a diciembre de 2019.

Movistar, la marca de Telefónica, es la que lidera el despliegue de la fibra óptica en España con un parque de 4,6 millones de líneas, un 40% del total. “Movistar es el operador dominante y es el que siempre ha tenido más cuota de mercado. Partía de una posición de inicio más favorecedora cuando empezó la competencia en España. Antes tenía el 100% de clientes”, comentan desde la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios en Acción (FACUA) para explicar la hegemonía de esta compañía. A Movistar le siguen Orange y Vodafone, que compiten muy de cerca y cierra la clasificación MásMóvil.

Competencia en el oligopolio

Los expertos describen el mundo de las telecomunicaciones español como un oligopolio en el que “juegan” muchos operadores, pero solo cuatro (Movistar, Orange, Vodafone y Grupo MásMovil) son los que realmente compiten. Lo que marca la diferencia es que estos “jugadores principales” son los dueños de las redes de banda ancha desplegadas por España y los demás se ven obligados a alquilar dichas redes si quieren entrar en el mercado.

De este modo, los operadores Digi, Pepephone, O2 o Tuenti hacen uso de la red de Movistar. Finetwork y Lowi se valen de la red de Vodafone. Simyo, Amena y Jazztel funcionan con la red de Orange, y a su vez Yoigo con MásMóvil. Aunque exista una primacía por parte de estas compañías para FACUA “hay competencia en el sector” y “ciertos márgenes de maniobra para el consumidor”.

Esta idea la comparte la CNMC que se apoya en el reciente “baile” de usuarios entre los distintos operadores para darle veracidad. Al realizar un mayor uso de su conexión a internet, muchos consumidores se han dado cuenta de que no estaban del todo satisfechos con su operador o no les ofrecía lo que ellos pedían. Así, la portabilidad fija anotó 2,1 millones de intercambios. “Es una muestra más de la intensidad competitiva del mercado español de las telecomunicaciones”.

No obstante, parece que cambiar de operador no es una decisión que los consumidores mediten demasiado. “Suelen tirar de la oferta que ven atractiva, sin ni siquiera preocuparse en comparar con lo que hay en el mercado. Como mucho, comparan con la empresa que ya tienen contratada en casa (...) No se preocupan de mirar si hay un tercero que les cobre menos”, comentan en FACUA.

Esta falta de “investigación” provoca que muchos consumidores pierdan grandes oportunidades de ahorro. En las velocidades superiores (a partir de 500 megabytes) las diferencias tarifarias entre distintos operadores alcanzan hasta el 62%. Finetwork es la opción más asequible con 29,80 euros para su oferta de 600Mb, mientras que, para la misma velocidad, en el lado contrario de la tabla se sitúa Movistar con 54,90. Sigue Digi como la más económica con 30 euros, aunque cabe destacar que la velocidad que ofrece es algo menor, 500Mb. Con 29,95, un precio muy similar a Finetwork, cierra Jazztel el podio de los operadores más asequibles analizados por ‘activos’.

Permanencia, un factor clave

A primera vista, el precio puede ser la diferencia más notable entre las diferentes ofertas pero existen otros factores a tener en cuenta a la hora de elegir un operador, por ejemplo, la permanencia. De los diez analizados tan solo Movistar y Pepephone (oferta 600 Mb por 48,90 euros) no cuentan con permanencia. Para FACUA esta es la opción “más cómoda”, ya que si al consumidor no le gusta el servicio se puede cambiar sin ningún tipo de conflicto.

Para atraer a los usuarios hacia contratos con permanencia, las compañías aplican descuentos durante los primeros meses para que la oferta sea más atractiva. Es el caso de MásMóvil que tiene en el mercado una oferta de 600Mb por 44,99 con una permanencia de 12 meses a cambio de un descuento de 150 euros en la instalación de fibra. 

 “¿Qué es mejor para el consumidor? Una oferta de 40 euros al mes sin permanencia o otra con permanencia pero que los tres primeros meses le cobren solo 20 euros?”, plantea FACUA. “Cada consumidor lo va a ver de una manera diferente”, señalan.

En lo que se refiere a la penalización por incumplimiento de esa permanencia es donde hace inciso la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que denuncia que en muchas ocasiones los consumidores no son conscientes de ello. “No son raros los casos de usuarios que no recuerdan haber sido informados de haber contratado una tarifa con permanencia de hasta un año; y, como consecuencia, el cambio de compañía implica una penalización de hasta 150 euros”, explican.

Lo que está claro es que a muchos consumidores no les importa la permanencia siempre y cuando puedan hacerse con la mayor velocidad del mercado. Por ahora, Vodafone y Yoigo son las únicas empresas que ofrecen fibra óptica de 1GB. El primero lo hace a un precio de 55,99 euros, mientras que el segundo a 57 euros. Sin embargo, FACUA aclara que unas velocidades tan altas no son necesarias según para qué tipo de usuarios: “Es obvio que la de 1GB es la mejor, pero la mejor para qué (...) Muchos hogares ni siquiera van a percibir la diferencia”.

El problema aparece cuando los operadores publicitan estas velocidades como indispensables y el consumidor las contrata invirtiendo en fibra óptica más dinero del necesario. Lo ideal, aseguran, es que el usuario empiece por las opciones de fibra más básicas y que vayan subiendo en función de sus necesidades.

La fibra óptica aún no llega a toda España

Otro de los factores claves antes de apresurarse a contratar un operador u otro es la conectividad. Dado que la cobertura que ofrecen las compañías no es la misma en toda España, es esencial solicitar información por escrito sobre la velocidad que dan en el domicilio del usuario. Aquí, se plantea si a las grandes empresas les resulta “rentable”  dedicar una gran inversión para una zona con pocos habitantes.

Por este motivo, el papel que desempeña el Gobierno es fundamental para garantizar una completa conectividad en todo el territorio. Como parte de la estrategia España Digital 2025, el ejecutivo de Pedro Sánchez promete subvenciones públicas a las operadoras privadas para que éstas realicen despliegues de banda ancha fija, fundamentalmente de FTTH, en pueblos poco poblados. Actualmente, la fibra óptica llega al 46% de los hogares situados en zonas rurales.

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