¿CÓMO ENFOCAMOS EL FUTURO POST-COVID?

El peor golpe al empleo de la pandemia en Europa se lo llevan los españoles

El último informe de Eurofound sobre cómo ha afectado el COVID-19 a nuestra vida y a nuestro empleo desvela grandes diferencias entre países a nivel continental.

El último informe de Eurofound sobre cómo ha afectado el COVID-19 a nuestra vida y a nuestro empleo desvela grandes diferencias entre países a nivel continental

Incertidumbre económica

Incertidumbre económica / economia

Fran Leal

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No hay lugar a dudas del impacto que está teniendo en términos sanitarios la pandemia del Covid-19, provocando la muerte de manera prematura a muchísimas personas (hasta el momento, se ha superado el millón de fallecidos), así como largas convalecencias y confinamientos a un número aún mayor de personas.

Y es que, el impacto que está teniendo la pandemia en la vida de la gente es brutal. Así lo demuestra el último informe de Eurofound (European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions). Bajo el título ‘Living, working and Covid-19’, analiza ámbitos como el empleo, la reducción de horas de trabajo o la inseguridad laboral, además de la situación financiera personal de los europeos o los niveles de confianza de los ciudadanos, entre otros parámetros analizados en el informe.

España, a la cabeza en desempleo

Lo primero que analiza el informe es el porcentaje de encuestados que declaran haber quedado en situación de desempleo desde el comienzo de la pandemia. Hay que apuntar que estos resultados, publicados a finales de septiembre, analizan hasta el mes de julio. Así, mientras que la media europea se situaría en el 8%, la tabla la encabeza nuestro país, con un 16% de los encuestados en esta situación. Le siguen, todos con dos dígitos, Chipre (15%), Grecia (14%), Hungría (12%), Letonia (12%) y Bulgaria (10%).

En cuanto al perfil de las personas que han quedado en desempleo, las mujeres superan por poco a los hombres; cuentan con una edad mayoritariamente comprendida entre los 18 y los 34 años; pertenecen al ámbito del autoempleo, y poseen educación secundaria o inferior.

Otro de los datos más destacados es que el 37% de los encuestados a nivel europeo asegura que ha visto reducidas sus horas de trabajo. En cuanto a los sectores donde estos descensos han sido más acusados encontramos el comercio (52%), la construcción (52%) o el transporte (48%).

Por su parte, la pregunta sobre el temor a perder el trabajo en los siguientes tres meses desvela una mejora en julio respecto al mes de abril, pues ahora esta funesta previsión asegura tenerla el 10% de los encuestados europeos, por el 15% que se registraba en abril. En cuanto a España, también mejora la sensación, desde el 20% de abril hasta el 13% de julio. Eso sí, según las expectativas según el tipo de contrato de trabajo, como es lógico, quienes tienen contrato de agencia, aprendizaje o simplemente trabajan sin contrato son los que más desconfianza muestran sobre su futuro laboral.

Pesimismo en lo financiero

En cuanto a la situación financiera a tres meses, los ciudadanos que han participado en el estudio no son precisamente optimistas. De hecho, de media, el 25% de la UE-27 consideraba en julio que su situación financiera sería peor tres meses después. No obstante, este dato es sensiblemente mejor que en abril, cuando sostenía este parecer el 38% de la población.

Por su parte, el porcentaje de ciudadanos a nivel UE-27 que cree que su situación será mejor, aunque asciende hasta el 12% en julio (desde el 8% registrado en abril), se queda muy lejos de los pesimistas, con lo que podríamos decir que las previsiones no son muy halagüeñas.

La confianza se mantiene

Llegados a este punto, y a partir de los datos que desvela el informe, habría que hacer hincapié en el hecho de que los ciudadanos, a pesar de la situación sanitaria, mantienen su confianza en los sistemas sanitarios respecto a abril. Incluso, aumenta una décima, hasta los 6,5 puntos (en una escala que va del 1 al 10).

No ocurre así sin embargo con la confianza en los gobiernos nacionales, que bajan hasta los 4,6 puntos. Excepto en España y Francia, únicos países que ven crecer la confianza en sus gobiernos. En cambio, la confianza en la UE aumenta medio punto, de los 4,6 de abril hasta los 5,1 de julio, misma puntuación que recibe en España, donde ha crecido en julio más de 1 punto.