EL SECTOR FINANCIERO ANTE LA COVID-19

Bancos: de germen de la crisis financiera en 2008 a solución en esta pandemia

Las políticas del Banco Central Europeo y el escenario actual de liquidez, les posicionan como uno de los pilares en los que asentar la recuperación, si toman las medidas oportunas.

Las políticas del Banco Central Europeo y el escenario actual de liquidez, les posicionan como uno de los pilares en los que asentar la recuperación, si toman las medidas oportunas.

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José Antonio Calvo

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Según David Cano Martínez, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y director general de AFI Inversiones Globales, SGIIC; esta crisis va a ser aún más profunda que las dos más importantes que hemos sufrido recientemente: la gran depresión del 29 y la crisis financiera de 2008. Sin embargo, va a ser más corta, según apunta este analista en el documento de opinión “La política monetaria (no convencional), clave para mitigar los efectos económicos del COVID-19”, al que ha tenido acceso este diario. 

En un completo análisis, publicado por el Instituto de Español de Estudios Estratégicos, se detecta una diferencia fundamental con la anterior crisis de 2008, y que será la verdadera clave para que esta se alargue lo menos posible. La posibilidad de inyectar liquidez. 

Bancos: de problema en 2008 a solución en 2020

El verdadero problema en una crisis financiera es la morosidad. Llegar a una situación de impagos en pymes, autónomos y familias supone la quiebra. Y esa alta morosidad en el año 2008 es la que puso en jaque a la economía mundial. Ahora no existe esta debilidad, según defiende Cano en su análisis. Al contrario, el Banco Central Europeo y los bancos cuentan con flujo de crédito. 

Mientras que en la anterior crisis eran los malos de la película, en esta ocasión, pueden convertirse en verdaderos reactivadores de la economía. ¿A qué se debe este cambio? 

Funcionamiento actual del mercado de crédito

El BCE tiene una herramienta que el análisis define como base monetaria. Crea dinero, y lo presta a las entidades de crédito en plazos cortos. Normalmente, desde un día hasta tres meses como máximo. Por esta financiación, cobra intereses. Y las entidades crediticias son las encargadas de trasladar esta inyección de liquidez al mercado real. 

Ahora el BCE ha inyectado 1,2 billones de euros, cuando en un periodo convencional hubiera ofrecido unos 100.000 millones. También cambia el plazo, que llega a ser de hasta cuatro años, en lugar de los tres meses mencionados. ¿Qué implicación tiene esto? 

Que ahora los bancos sí tendrán liquidez para hacerla llegar a pymes y autónomos, que podrán afrontar de este modo sus vencimientos y pagos más inmediatos. Es exactamente lo contrario de lo que ocurrió en 2008. Ahora los bancos no tienen problemas de solvencia, ni de liquidez, dada la enorme cantidad que el BCE ha puesto a su disposición. Su papel es clave para evitar que cualquier pequeña economía empresarial o familiar deje de pagar sus préstamos o tengan que cerrar ahogados por las deudas. 

Más aún si tenemos en cuenta que, como ha ocurrido en España, los Estados avalan esos préstamos. En nuestro caso, en concreto, en un 80% de la cantidad total del crédito que se solicite. 

La política del BCE clave en el impacto de la crisis

Según concluye el análisis de David Cano Martínez, las actuaciones del BCE serán determinantes. De momento, ya ha derivado a la economía real, vía entidades de crédito, parte del medio billón de euros que hasta la fecha de este análisis ya habían sido generados. No sólo eso. También ha comprado bonos a los Estados para financiar su déficit público, que en muchos casos se disparará a causa del gasto que implicará esta crisis. También vía mercados financieros, en donde está comprando bonos emitidos por grandes empresas. 

Este es el colchón estratégico donde descansan las opciones de minimizar el impacto de esta crisis, especialmente para los más pequeños. Se trata de evitar, especialmente el riesgo de morosidad, que sería el verdadero elemento que haría colapsar el sistema. Los bancos tienen ahora que transmitir esa “potencia de fuego” a pymes y familias.