DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

8M: Las cifras que muestran la evolución de la mujer en la economía

Como cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Y como cada 8 de marzo centenares de mujeres saldrán a la calle para reivindicar su presencia en todos los sectores. La brecha salarial sigue existiendo y las mujeres aún se dan con el techo de cristal. Así hemos evolucionado.

Como cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Y como cada 8 de marzo centenares de mujeres saldrán a la calle para reivindicar su presencia en todos los sectores

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Marta Gracia

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Llega de nuevo otro 8M. Otro día Internacional de la Mujer. Este año no hay huelga feminista. Las organizaciones de mujeres quieren enfocar este 8 de marzo como la revuelta feminista. Ya han calentado motores meses antes con manifestaciones y acciones en las que se reivindicaba el lugar de la mujer. Este año ha habido cambios positivos que han hecho que las mujeres sigan avanzando poco a poco. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer.

En 2018 las mujeres de todo el mundo comenzaron la cuarta ola feminista y salieron a la calle para reivindicar lo que es justo. Desde el 8 de marzo de hace dos años la situación de la mujer ha cambiado, en casi todos los aspectos a mejor. Un ejemplo es el estudio Global Gender Gap de 2020, del Foro Económico Global, que sitúa a España en la octava posición de los 153 países analizados en igualdad de género. 

Una gran mejora, ya que el año anterior (2019) estaba en el puesto 29, así que ha mejorado en 21 posiciones. Según el informe, España ha conseguido cerrar el 79,5% de la brecha de género. Por su parte, Islandia, el país más igualitario del mundo, ha cerrado casi el 88%. La mejora en el ranking de España se debe, en gran medida, a la alta presencia femenina en política. De hecho, se convirtió en el país europeo con mayor proporción de mujeres en el Congreso (el 47% de la Cámara Baja), y en uno de los gobiernos del mundo más centrado en las mujeres, donde el 65% de los ministros son mujeres

Pero hay en otros aspectos que no hemos mejorado. Es en el caso de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Y aunque se haya reducido hasta el 21,9% en 2018, los hombres aún cobran 5.784 euros anuales más que las mujeres. Según el último informe de la brecha de género en el empleo de ClosinGap, igualar el salario de hombres y mujeres generaría 50.000 millones de euros. Si se mira por hora, las mujeres, de media, cobran un 13,5% menos a la hora, es decir 2,2 euros menos. La valoración económica de reducir esta diferencia salarial sería de 28.218 millones de euros.

El número de mujeres en edad de trabajar es superior a la de los hombres. Ellas suponen el 52% de la población en edad de trabajar. Sin embargo, la tasa de empleo es menor entre las mujeres, ya que ellas suponen un 44% de los trabajadores, 12 puntos porcentuales por  debajo de la tasa masculina (56%).

Esta brecha en el empleo repercute en la pensión. Los datos muestran que en los países europeos de la OCDE, los pagos de las pensiones a mujeres de 65 años o más fueron un 25% más bajos, en promedio, que para los hombres. Las diferencias son superiores al 40% en Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos, mientras que en Dinamarca, Estonia y la República Eslovaca la brecha de pensiones es inferior al 10%. Por lo que respecta a España, la brecha de género en las pensiones es del 34%, según los datos de la OCDE.

Un artículo publicado por Boston Consulting Group (BCG) afirma que, si hubiera el mismo número de mujeres y hombres emprendedores, el PIB mundial podría crecer entre un 3% y un 6% aproximadamente, lo que representaría entre 2.500 y 5.000 billones de dólares a la economía internacional. Sin embargo, las mujeres emprendedoras todavía necesitan el apoyo de varios grupos para materializar su poder, por ejemplo, empresas de capital riesgo, organizaciones sin ánimo de lucro y grandes compañías. Además hay que abordar una dificultad que en ocasiones se pasa por alto: la falta de redes que orienten y presten un apoyo real a las mujeres emprendedoras.

Si esto lo trasladamos a España, de los 1,6 millones de autónomos censados en la base de datos de Informa D&B un 35,4% son mujeres, frente al 64,6% der hombres. La variación entre sectores es aún mayor. Solo hay un 8,44% de mujeres autónomas en el sector transporte, mientras que esta proporción sube a casi el 65% en otros servicios (cuidado, enseñanza, limpieza).

Existe el techo de cristal y una muestra de ello son los datos del número de consejeras en las empresas del Ibex 35 o del Mercado Continuo en general. El 27,2% de los consejeros en las 35 empresas más importantes de la bolsa española son mujeres, según el informe sobre Mujeres en los Consejos de las cotizadas elaborado por IESE y Atrevia. Aún estamos a 3 puntos porcentuales de lo que recomienda en Código del Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, es decir, faltan 13 sillones ocupados por ellas para esa meta. Si se tiene en cuenta el Mercado Continuo, la presencia de las mujeres es del 23%, es decir, aún quedan 7 puntos porcentuales para llegar a lo recomendado.

Pero es más grave si se tiene en cuenta que para llegar a la paridad real, es decir, el 50-50 quedan aún 104 mujeres en los consejos. Si se suma el resto de las empresas que cotizan en la bolsa española se llega a 128 compañías de las que solo tres tienen esa paridad total del 50-50: Adolfo Domínguez, Aperam y Realia. Por lo que faltarían aún 245 mujeres para llegar a la igualdad del 50% de los sillones ocupados por mujeres y el otro 50% por hombres. 

Hay que ir más allá. Solo el 4% de las consejeras, juntando toda la bolsa española, es ejecutiva, es decir, las que toman las decisiones. El 21,4% de las mujeres presentes en los consejos de las cotizadas españolas lo hacen ocupando un sillón dominical, es decir, en representación de las acciones que poseen. Cuando se incluye a los hombres en la ecuación, se comprueba que el total de ejecutivos en las compañías cotizadas españolas es del 17%, mientras que los dominicales son el 25%.

Según la OCDE, las mujeres representan sólo el 16% de los miembros del Consejo en las 500 mayores empresas (por capital de mercado), con cuotas tan bajas como el 12% en el sector tecnológico. De hecho, mirando a las grandes multinacionales en su conjunto, solo alrededor de 1 de cada 20 de las 500 principales tienen representación femenina por encima del 30%.

HABLAN ELLAS

Margarita Delgado, la subgobernadora del Banco de España, señala que durante toda su carrera profesional ha podido constatar el avance hacia la igualdad de género. Reconoce que cuando comenzó “ser inspectora de entidades de crédito era ser una rara avis”. No es que hubiera cortapisas explícitas que impidieran o dificultaran el acceso de mujeres a la inspección; “sencillamente, era una profesión dentro del sector financiero que se consideraba masculina. Sin embargo, el panorama hoy es muy distinto”

La subgobernadora destaca que se ha alcanzado las mujeres han pasado a ser mayoría en la plantilla por primera vez, y, pese a que no se ha alcanzado la paridad plena, la presencia de la mujer en mandos intermedios y alta administración del Banco es cada vez más relevante. “Soy una firme convencida de que se precisa romper ese sesgo inconsciente, que limita en demasiadas ocasiones la progresión en la carrera profesional, impidiendo la presencia de mujeres entre los mandos intermedios de las organizaciones. Se trata de un cambio cultural difícil de lograr”, explica.

Bethlem Boronat, directora del Máster de Design Thinking de EAE Business School, explica que se debe dar visibilidad a aquellos profesionales que no cumplen los estereotipos de género establecidos hasta ahora, desde las mujeres de halterofilia hasta los hombres que hacen natación sincronizada, desde las investigadoras hasta los cuidadores o enfermeros, desde las directivas del IBEX 35 o de Silicon Valley hasta los asistentes del hogar. Y obviamente, las mujeres en altos cargos políticos. “Es un trabajo arduo, porque son décadas de una forma de entender el mundo desde la mirada masculina, pero con apoyo, educación y vocación de cambio, podemos conseguirlo”, puntualiza.

Por su parte, Debora González, doctora en economía y profesora de EAE Business School, asegura que las mujeres no tienen que ser un sujeto pasivo, “sino ir a por lo que realmente queremos”. Por ello, explica que las mujeres se lo tienen que creer más y tener más confianza en nosotras mismas: “Hay que entender de una vez por todas que se pueden compaginar muchos roles distintos y seguir siendo eficientes y felices. Yo lo he conseguido, tú también puedes. Ese es el mensaje que hay que dar a nuestras jóvenes”.