EEUU VS. CHINA

Cómo afecta la guerra comercial a tu bolsillo

EEUU y China están enfrentados por un déficit comercial. Trump quiere llevar hasta el último extremo el lema de ‘American First’. Las dos potencias económicas mundiales están en una tregua, pero ¿cómo afecta a España?

EEUU y China están enfrentados por un déficit comercial. Trump quiere llevar hasta el último extremo el lema de 'American First'

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Marta Gracia

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La guerra comercial entre EEUU y China se encuentra en una tregua. Este desencuentro, del que están pendientes todas las economías, comenzó en junio de 2018. En esta fecha la Administración de Donald Trump impuso aranceles a productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares, es decir el 25% del valor. Un ataque al que China respondió también con aranceles. 

Estos impuestos se deben, según Trump, al déficit comercial que existe entre las dos potencias económicas. En el ejercicio 2018, China exportó a Estados Unidos bienes por 477.500 millones de dólares e importó con aquella procedencia 153.500 millones de dólares. Este desequilibrio comercial, de unos 324.000 millones de dólares, atribuido por el presidente americano a “desleales prácticas comerciales”, justificó establecer 315.000  millones de dólares en aranceles, 66% sobre las compras globales de productos “Made in China”. 

Javier de la Nava, profesor de Economía Internacional de CEF-Udima, señala que con independencia de los mercados financieros, siempre hipersensibles a traducir en volatilidad cualquier noticia, “la incertidumbre es asumida por los agentes económicos como el síntoma de que algo no funciona o se conduce de forma inadecuada/imprevista”, apunta el profesor. Y añade que si la tregua fracasa e implantan los aranceles previstos por Washington y Pekín, el PIB mundial se recortaría entre 0,5/1% a corto plazo, según asumen los grandes organismos internacionales, incluido el FMI. 

Pero, esta guerra ¿cómo afecta España? Ramón Gascón, profesor de EAE Business School, apunta que en general no estamos siendo afectados directamente. Aunque matiza que sí que nos vemos afectados porque se encarecen algunos productos. Por ejemplo, con Huawei  porque tiene una fuerte implantación en nuestro país. No obstante, Trump levantó el veto a la marca de móviles. Sin embargo, Huawei ya se ha visto afectada  En Europa, por ejemplo, el fabricante chino ha visto cómo caían sus ventas casi un 40% en el mes de junio en comparación con el mes anterior. Una caída más sensible aún si observamos que el fabricante chino llevaba casi todo 2019 creciendo en el viejo continente.

En el primer semestre, las inversiones chinas en España se han resentido. No obstante, De la Nava matiza que muchas veces son excusas para paralizar o poner en standby cualquier tipo de nuevas inversiones que se van produciendo. “Hay que poner entre comillas lo de la ralentización de crecimiento económico chino, porque se compara con el año anterior”, puntualiza. 

El profesor de CEF-Udima explica que las amenazas y sanciones a aquellas empresas que estén trabajando con China y que puedan hacer una triangulación comercial y luego acabar exportando a EEUU, también hay que tenerlo muy presente. “Lo que hay que tener claro es que hay que tomar las cosas con prudencia y no tomar decisiones a la ligera”, asegura.

¿Qué hay detrás de la guerra comercial?

Ramón Gascón explica que la guerra es principalmente una derivada del déficit comercial entre Usa y China que supone para el primero casi un tercio del total del volumen de intercambio comercial. La paradoja es que pese a todo el mismo ha crecido un 11%. Las principales derivadas son que al encarecerse el coste de proveedores americanos a empresas chinas éstas repercutirán el mismo en el precio de sus productos finales. Un ejemplo podría ser Apple que fabrica en China, por el momento no afectado ya que exporta "tecnología intelectual". “En mi opinión lo que subyace detrás de esta mal llamada "guerra" es una pujanza por mantener una posición dominante en el desarrollo tecnológico”, explica.

Una afirmación con la que se muestra de acuerdo De la Nava, quien inciden en que el trasfondo es que esta guerra se está haciendo para ver quien lidera la carrera tecnológica. “Es verdad que hay un desequilibrio comercial que sirve muy bien como justificacion y como confirmación de la politica de American first de Trump, apunta. El profesor de CEF-Udima matiza que China quiere apostar más por el consumo interno, señal inequívoca de que el desarrollo del propio país se está produciendo más que el crecimiento económico dependa exclusivamente de las exportaciones.  

El futuro

Gascón apunta que ambos gigantes llegarán a un punto de equilibrio ya que a ninguno les interesa que esta situación se les vaya de las manos siendo las dos mayores economías del mundo. “China debe aceptar que tiene que hacer algún gesto para que USA pueda ver su balanza comercial con cifras más favorables y a USA no puede renunciar a vender sus productos en China”, comenta. El profesor de EAE Business School explica que mantiene relaciones comerciales muy profundas en un mundo globalizado. “Será interesante ver cómo evoluciona el desarrollo de la tecnología 5G y como se colocan las fichas de posición dominante de las empresas de ambos lados”, añade Ramón Gascón.

De la Nava señala que continúan las amenazas y ya hay una serie de aranceles, pero reconoce que este mes de julio es clave por la tregua en la que están ambos países. “Si se rompe esa tregua para mal tendríamos esa guerra comercial, que como ha mostrado la historia, cualquier ataque proteccionista ha supuesto impactos negativos”, afirma. En el peor de los casos, es decir, que se materialice de nuevo la guerra comercial obligará a que “terceros países tengan que recomponer sus flujos comerciales y esto no es inmediato”.