EXPERIENCIA DE INVERSIÓN

Invertir en bitcoin: "Al principio, miras el móvil cada cinco minutos pensando que te vas a hacer rico"

El mundo de las criptomonedas no solo es para expertos, y muestra de ello es esta historia real.

El mundo de las criptomonedas no solo es para expertos, y muestra de ello es esta historia real. Con mucha precaución y ganas de adquirir conocimientos, se puede ir dando pasos y llegar a comprender cómo funciona el mercado

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Fran Leal

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Juan López y Rafael Gómez son dos amigos que nada tenían que ver con el mundo de la inversión. El primero se dedica al ámbito audiovisual y el segundo es ingeniero mecánico. En cambio, de manera conjuntacomenzaron a interesarte por el bitcoin y, poco a poco, se han ido sumergiendo en el universo de las criptomonedas. Esta es su historia.

Los ingresos pasivos, el germen

Aunque su entrada en el mundo del bitcoin fue a mediados de 2017, todo empezó antes, cuando empezaron a interesarse por el concepto de ingreso pasivo. “Existe la manera de tener un trabajo normal, pero a la vez estar generando dinero por otro lado. Fue la semilla de todo”, nos cuenta López. Y todo viene por la lectura, con libros que despertaron su curiosidad, como ¿Quién se ha llevado mi queso? (de Spencer Johnson) o Padre rico, padre pobre (de Robert T. Kiyosaki). “Sientan las bases de lo que es el ingreso pasivo. Saber que en tu cuenta puede entrar dinero más allá del trabajo, supone un cambio de mentalidad”, dice Gómez.

La tecnología como gancho

Entonces, empiezan a escuchar los cantos de sirena del bitcoin. “El concepto de la bolsa se me hacía muy pesado, no me gustaba. Y el bitcoin, al ser un tema más informático, me atrae más, va más conmigo. Esa es la clave que nos hace entrar en esto”, confiesa López. Además, añade que “algo que para mí es más sencillo que para otros, vi que podía suponer una ventaja”.

Después de este primer contacto, empiezan a indagar. “Descubres la tecnología que hay detrás y entiendes que ha venido para quedarse, por su aplicabilidad en el mundo en el que nos vamos a mover. Además, sabes que tienes una ventaja competitiva, que es que has entrado antes que otros, por lo que ya conoces conceptos como los smart contracts antes de que se asienten en la sociedad en general”, explica Gómez, y añade que “si dominas el lenguaje, al menos ya sabes de qué te están hablando”.

Comienza la partida

Comenzaron con 50 euros en Coinbase, y en ese momento “estás cada cinco minutos mirando el móvil pensando que te vas a hacer rico”, dice Gómez entre risas. López, por su parte, resalta el hecho de ir viendo que con el paso de los días esos 50 euros van creciendo: “En esos momentos, te recreas más en el placer que en intentar comprender por qué está pasando eso”. Y se pusieron manos a la obra: “El primer conocimiento que aprendes es el análisis fundamental, para qué vale y dónde se puede llegar”, dice López.

Una vez que estaban dentro, con sus 50 euros, y haciendo sus primeros movimientos, comienzan a saber algo más de qué va el asunto. “Cuando empiezas a entender la tecnología, la quieres usar”, afirma López. Y no es una manera de hablar. De hecho, cuando se casó Gómez hace casi un año, el regalo de bodas de López fue en bitcoin. Algo “simbólico”, como aseguran, pero que ilustra muy bien su interés por la usabilidad.

El carácter descentralizado, y entenderlo, también les marcó: “Al aparecer esta opción descentralizada, tomas conciencia de que existe lo centralizado, algo en lo que nunca habías reparado”, aclara López, por lo que “entiendes que con la nueva tecnología ya no necesitas un banco”. Esa posibilidad de “reducir comisiones en las operaciones, de manera mucho más rápida y con usabilidad es lo que de verdad me atrae”, apunta Gómez.

Nuevos descubrimientos

Pero hay más criptomonedas y también quieren ver cómo son. Descubren EthereumIota y otras más… Empiezan a salir, digamos, de debajo de las piedras, y “nos dejamos llevar. Ese es el error”, admite López. “Se inflan las expectativas y quien puede hacer crash, digamos que lo provoca. Cuando todo el mundo está dentro, se bajan esas expectativas, la gente vende porque cree que no vale nada, y ellos mismos son los que están comprando”, cuenta López. Entonces suenan las alarmas, y puede surgir la idea de la manipulación, pero Gómez lo tiene claro: “No hay manipulación. Lo que ocurre es que la gente que conoce las reglas se lucra con aquellos que no las conoce”, así de simple. “Empiezas a saber que no sabes. Cuando entras, la idea que llevas es la de hacerte rico, pero la verdad es que lo más prudente es creer que tu primera inversión la perderás”, sentencia Gómez.

Adquirir la responsabilidad

Luego han ido dando más pasos, incluso adentrándose en los mercados tradicionales para comprobar cómo son sus mecanismos e intentar extrapolarlos a las criptomonedas. Pero si hay algo en lo que ponen hincapié es en la importancia de adquirir conocimientos en la gestión de capital, algo en lo que están profundizando en esta etapa.

Aunque comenzáramos contando sus ganas de obtener ingresos, lo que subyace ahora es una idea de responsabilidad. “Tenemos que ser responsables de la gestión de nuestras finanzas. Eso es lo más importante. Aprender, para que si algo sale mal, al menos sea por una decisión tomada por ti mismo, no por un tercero”, concluyen.