ECONOMÍA DOMÉSTICA

Los abuelos, esa última red de apoyo económico de las familias

Cuidando a los nietos, con la comida, apoyo económico... Los abuelos, en su jubilación, ayudan con sus pensiones a las familias que así lo necesitan. Una acción en muchas ocasiones invisibilizada y poco reconocida. Se trata de una premisa de un Estado de bienestar "a la española".

Cuidando a los nietos, con la comida, apoyo económico... Los abuelos ayudan con sus pensiones a las familias que lo necesitan. Una acción en ocasiones invisibilizada y poco reconocida. Es la premisa del Estado de bienestar "a la española"

Abuelos como apoyo económico de las familias

Abuelos como apoyo económico de las familias / economia

Nora Benito

Nora Benito

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Una de las principales contribuciones que llevan a cabo los abuelos en España es apoyar económicamente a sus familiares. No solo realizan tareas de cuidado de los nietos o preparan los tupper a sus hijos, sino que también ofrecen su vivienda o sirven como sostén económico en muchas ocasiones. Los abuelos, con su jubilación, ayudan con sus pensiones a las familias que así lo necesitan.

“Resulta ciertamente arriesgado decir que ‘la crisis’ haya pasado ya. Es cierto que los indicadores económicos, sobre todo a nivel macro, dibujan un escenario mucho más halagüeño que hace unos años, pero en las economías familiares siguen dándose muchas situaciones de dificultad. En esas situaciones más vulnerables, la familia juega un papel fundamental”, explica Mariano Urraco, profesor de Sociología de UDIMA. Una situación en muchas ocasiones invisibilizada y poco reconocida. Una situación no cuantificada. Se trata de una premisa de un Estado de bienestar “a la española”, tal y como señala este profesor.

Y es que el paro y los problemas económicos son algunos de los principales problemas que los españoles consideran que existen en nuestro país, señalados en el primer puesto de preocupaciones, y también los que más les afectan personalmente, según se desprende del Barómetro del CIS de febrero de este año. Esto se entiende cuando vemos las cifras del paro: hay más de 3 millones de desempleados en nuestro país. Además, un 32,6% de los jóvenes se encuentran sin trabajo en España.

De ahí que muchas personas en situación vulnerable se agarren a los tejidos de la red familiar y, sobre todo, a los mayores. ¿Por qué ocurre esto? Porque “los ingresos de los mayores son más estables y, se supone, más fáciles de calcular y prever, por lo que es una cantidad fija que se puede destinar a cubrir las necesidades de otros miembros de la familia más vulnerables. Esto era así durante los peores años de la crisis, sigue siendo así para las personas en situación precaria hoy y, se prevé, será así siempre”, afirma Mariano Urraco. Tal y como este experto lo denomina, se trata de una premisa del Estado de bienestar “a la española”.

Y es que, en palabras de este profesor, España es un régimen de bienestar de tipo “familista”, esto es que se trata de una sociedad en la que la familia asume funciones que en otros países las cubre el propio Estado.

UNA AYUDA DIFÍCIL DE CUANTIFICAR

“Es difícil (o imposible) cuantificar no ya sólo el impacto económico de este tipo de ayudas familiares, sino, incluso, el número de personas que las prestan”, señala Urraco.

Frente a la inestabilidad de algunas familias, los ingresos de los abuelos suponen una fuente fija y más constante. Y es que el papel que juega la familia en el bienestar de los miembros de nuestra sociedad es innegable. “El Estado no debería cargar sobre las espaldas de los jubilados el sostén económico de los individuos en situación de precariedad”, reivindica este sociólogo.

“No deja de resultar significativo, a la par que triste y preocupante, que muchos mayores prefieran pasarlo mal a reconocer que ellos también necesitan ayuda. Dice bastante de cómo está estructurado el sistema y de la presión que se ha hecho reposar en los hombros de las personas”, concluye Mariano Urraco.