40 años desayunando con 'El Periódico'

Que un periódico celebre 40 años es siempre una buena noticia. Más aún si se ha convertido en una cabecera de referencia que se identifica con aquellos valores, intereses y estilos de vida con los que se conoce nuestra ciudad.

Estos 40 años de ‘El Periódico’ son también 40 años que la ciudad ha vivido intensamente. Cuando su primer ejemplar llegó al quiosco, aún estábamos en tiempo de transición y faltaba un año para que la democracia llegase a nuestro Ayuntamiento. Desde entonces, Barcelona ha vivido una transformación urbana, social y cultural increíble que nos ha puesto en el mapa de los problemas y soluciones globales. De hecho, la historia de Barcelona reciente podría resumirse en las portadas de ‘El Periódico’: la conmoción por el incendio de El Liceu, la emoción de los Juegos Olímpicos, la alegría por los triunfos del Barça y el Espanyol, el orgullo de las movilizaciones contra la guerra y el duelo por las víctimas del atentado de La Rambla.

Son muchas las cosas positivas que pueden decirse de ‘El Periódico’, pero me gustaría destacar una: su capacidad de innovar y adaptarse al sentido del tiempo. Esta capacidad se ha hecho patente al largo de su historia: de su apuesta inicial de Antonio Asensio y Antonio Franco por hacer un periódico popular y de calidad que recogía el mejor periodismo de los 70, que combinaba el rigor con la proximidad, preocupándose por dar voz a los barrios y los municipios metropolitanos. Desde su primer apuesta por el medio digital, su compromiso con la lengua, que lo llevó a iniciar su edición en catalán en año 1997, y su defensa de los valores democráticos, progresistas y europeístas; ‘El Periódico’ ha contribuido en el proceso de modernización de la prensa barcelonina. Es por estos motivos, que quiero felicitar a todas las personas que hacen posible que cada día llegue el periódico a nuestros quioscos y deseo que así siga durante muchos años.