Nos colamos en el casoplón que Uma Thurman ha vendido en Nueva York
Salón para organizar fiestas épicas
Decorado en tonos amarillos y negros, y con una chimenea (debe ser que los ricos ahorran así en calefacción), no sabemos dónde está el hueco para la televisión. Mal rollito.
Diseño minimalista
No hay puerta que separe la cocina del comedor. Algo que nos parece poco práctico, pero que podríamos aguantar si viviésemos allí. Tampoco es plan de ponernos tiquismiquis.
Cocina... ¿incompleta?
Taburetes, correcto. Microondas y horno, correcto. ¿Nevera? ¿Lavavajillas? Suponemos que estarán camuflados detrás de alguna puerta. Sin esos electrodomésticos, nos negamos a mudarnos.
Dormitorio principal
Se nos saltan las lágrimas solo con verlo. Esa pedazo de cama nos alegrará la existencia cuando lleguemos de trabajar. Ah, bueno, no. Que si puedes gastarte 6,6 millones en esta casa, podrás hacer que trabajen por ti. ¡Yuju!
Cuarto de invitados
Otro de los cinco dormitorios del inmenso dúplex. Este también nos hace tilín, pero preferimos dejarlo para las visitas.
Baño romántico
Observemos que tiene dos lavabos. ¡Eureka! Es lo más maravilloso que le puede pasar a una pareja. Se acabaron las discusiones por la pasta de dientes o por ver quién escupe antes. La paz ha llegado a vuestro hogar.
Un 2x1 en higiene
Bañera y ducha en el mismo baño. ¡Gracias señor arquitecto! Si nos dicen que esta foto pertenece a las instalaciones de un spa, nos lo hubiésemos creído.
Baño industrial
Sí, es un váter. Pero es tan moderno que nos daba no se qué no enseñarlo. Bueno, es moderno pero rústico. Vamos, lo que se lleva ahora. Muy cuqui.
En pleno centro
Y estas son las maravillosas vistas que podrás disfrutar desde uno de sus balcones. ¡Ay, qué duro es no ser un famoso millonario!