La asombrosa evolución de Pablo Alborán
Ocho años no pasan en balde (si es que te da por el deporte, como a él).
Ocho años dan para mucho
Por ejemplo, para que alguien te haga descartar un tiempo su colección de bufandas y pañuelos.
En 2011, el pañuelo... A todas partes
Quizá por entonces Pablo ya era deportista, pero NO PODÍAMOS VERLO. Tanto pañuelo se llevaba la atención.
Llegó el día
Se fue a hacer las Américas y el pañuelo se quedó en casa.
Pablo y Jesse & Joy
Entonces pudimos ver que sí, que su brazo era de un tamaño ligeramente superior a lo que imaginábamos.
En Las Ventas, en 2015
El secreto de su estilo en los últimos tiempos: camisetas que aprietan. Efecto óptico logrado.
Y llegó al Teatro Real de Madrid y...
Hello, hello, amiguito brazo.
Pablo hace muuucho deporte
Solo unas horas antes de cantar había hecho: senderismo, remo y bici. Lo típico antes de dar un concierto de 2 horas.
No es una ilusión
El brazo se nota, se siente. El brazo está presente.
Saludando
Lo sabemos, brazo, has llegado para quedarte.
Pablo López se protege
Y no se pone armadura de milagro. Los abrazos de amigo pueden apretar y mucho.