La teoría de los 'likes' y la felicidad de Pete Davidson

Adiós a las redes sociales.

Pete Davidson se quita las rrss

Pete Davidson se quita las rrss porque le afectan los comentarios de los haters

/ Danny Moloshok

Desde que su nombre se viera no solo asociado a los monólogos de humor y a su participación en el programa de la televisión estadounidense, 'Saturday Night Live', sino también a la cantante Ariana Grande (25) en su breve e intensa relación sentimental, el actor y cómico Pete Davidson ha visto cómo se disparaba su popularidad y, por supuesto, su 'famoseo' en las redes sociales (para bien y para mal).

Teniendo en cuenta que en estos lares abundan los 'haters' que, recurriendo al anonimato, no tienen reparo en sacar a relucir su lado más ofensivo, no sorprende demasiado que el artista acabara convirtiéndose en una de las principales dianas de aquellos fans de la cantante, o 'trolls' en general, que no veían con buenos ojos su romance o que, una vez finalizado este, arremetían contra él por haberle supuestamente roto el corazón.

En la mayor parte de las ocasiones en que el estadounidense, de 25 años, ha sido objeto de debate o de polémica (algunas salidas de tono ligadas a su humor ácido), este ha respondido a la presión abandonando temporalmente sus perfiles en Twitter o Instagram, o recordando a sus críticos que, especialmente para alguien que sufre trastorno bipolar y que ha tratado de suicidarse en el pasado como él, los insultos y comentarios ofensivos pueden desembocar en dramáticas consecuencias.

Aprovechando que está en Utah, donde se celebra el famoso festival de Sundance, el artista neoyorquino ha querido pronunciarse una vez más sobre la relación tan problemática que mantiene con las redes sociales y la importancia excesiva que solía darle a las opiniones tan drásticas que ciertos usuarios vertían sobre él. Ahora, además de mantenerse a una distancia prudencial de Internet, Pete trata de "conectarse" lo mínimo posible para no perder su tiempo con algo que no le hace precisamente "feliz".

"Hago todo lo posible por no conectarme a nada. La verdad es que internet no me hace feliz. Y no estoy hablando solo de mis experiencias en este caso, sino en general. Hay mucha mier** aleatoria que me parece absurda y que no me aporta nada. Incluso si aparece un vídeo de Donald Trump tirándose un pedo, prefiero no ver cosas de este tipo", ha explicado a la revista Variety.

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