Simon Cowell se apunta a la tendencia de cambiarse de cara con retoques estéticos

Cuando parecía que en 2025 la naturalidad se iba a imponer a los retoques estéticos, hasta las Kardashian parecen que han paralizado sus citas con el cirujano, llegan las celebrities y nos rompen los esquemas. Y es que algunos se retocan con más acierto que otros, y el último ha sido Simon Cowell. 

Si, por un lado, vemos la maestría de ciertos pinchazos e intervenciones en los rostros de Lindsay Lohan y Kris Jenner, se dice que comparten cirujano, por otro vemos cambios radicales y nada discretos como el de Kelly Osbourne o el implacable juez de X Factor y Britain’s Got Talent. Y es que Simon Cowell parece que ha pasado por el quirófano para hacerse un cambio radical. A sus 65 años recién cumplidos, ha reaparecido en televisión con un rostro que desafía las leyes del tiempo, la gravedad y posiblemente también el código genético. La mandíbula está más afilada que nunca, los pómulos parecen inflables y la frente... bueno. Por no hablar del brillo que tiene en la piel.

Lo cierto es que el cambio ha sido tan llamativo que no ha pasado desapercibido en las redes sociales. Es más, no se habla de otra cosa y ha llevado a muchos a preguntarse si ese es Simon Cowell o su versión de cera de Madame Tussauds. Pero no, es él y así es su nuevo aspecto físico. 

¿Qué le ha pasado en la cara a Simon Cowell? 

No conocemos a ciencia cierta cuáles han sido los retoques estéticos que Simon Cowell se ha hecho en la cara, pero está claro que ha sido un completo, pues está prácticamente desconocido. Y es que con las operaciones hay que ir con cuidado si no quieres despertarte y no reconocerte en el espejo. 

Desde la piel excesivamente estirada a sus ojos mucho más grandes y abiertos que de costumbre. Lo suyo no ha sido un tímido pinchazo para prevenir las arrugas, sino que podríamos denominarlo como una transformación al completo de su rostro. Puede que este sea el resultado que él quería o que la elección del cirujano no fuese la correcta, pero no cabe duda de que su cambio físico no ha pasado desapercibido para nadie.