Sara Carbonero, en modo cinéfila, no tiene precio
Nos ha dejado patidifusos.

El otoño ha llegado y con él el 'fresquete'. Exacto. La temporada de terraceo, ir a la playa a ponernos negros como el tizón y dormir hasta las tantas sin preocupaciones ha terminado ya. Y eso que Sara Carbonero (34), a la que le flipan la arena y el mar (y a quién no), va siempre que puede a la playa en Oporto ya nieve, llueve o truene. Prueba de ello fue una reciente imagen que subió a su Instagram en la que, además, iba sin maquillaje.
Pues bien, después de dejarnos algunos looks con los que empieza de manera muy potente el otoño, la periodista ha querido hacernos partícipes de una noticia que concierne a sus churumbeles y al mundo del séptimo arte. Martín y Lucas ya han visto 'El Mago de Oz'. La periodista e Iker Casillas (37)no dudaron en ver esta película con sus pequeños y, no solo eso, Sara nos dio una lección de cine que ni Raquel Revuelta en sus mejores tiempos.
"Nuestro plan de viernes noche ha sido ver “El Mago de Oz” con los niños. No estaba segura de que les fuese a gustar teniendo en cuenta que hablamos de una película de 1939 pero han aguantado sin (casi) moverse ni pestañear hasta el final. Creo que hay algo eterno en esta película que hace que siempre que la vemos sea como si fuera la primera vez".
"Está llena de mensajes y valores: que el mundo está lleno de heroínas femeninas, de reyes y magos que no lo son tanto, que hasta los leones tienen miedo y que no se llega a ningún lado sin corazón ni cerebro".
"Que todos podemos salir del blanco y negro de nuestras vidas hacia un mundo de color e ilusión o que en algún lugar por encima del arcoíris los sueños se hacen realidad".
"Todas estas conclusiones son las que yo saco porque los niños se han ido a la cama pensando en si se les aparecerá esta noche la bruja del Oeste, en que el león parecía más una persona, en por qué le echaban aceite todo el rato al hombre de hojalata y en qué raza de perro será Totó".
"Hemos hecho un camino de baldosas amarillas para subir a dormir y mientras cerraban los ojos yo pensaba en que ojalá toda su vida vayan bien servidos de valor, cerebro y corazón. Que encuentren un puñado de amigos fieles aunque sean tan dispares como un león, un espantapájaros y un hombre de hojalata. Y en que por muchas ciudades Esmeralda que conozcan tengan siempre, como Dorothy, ganas de volver a casa".
"Afortunadamente hay algunas cosas que 80 años después no cambian".
¡Madre mía Sara! Como sigas así te vamos a dar el Oscar a mejor crítica de cine.
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