Yo ya no quiero 'ná' (de la pandemia): JLo habla de su "ansiedad incontrolable"

Momento difícil.

Jennifer Lopez con chaleco de pelo y chándal verde
Jennifer Lopez con chaleco de pelo y chándal verde / GTRES

A diferencia de la imagen de fortaleza y determinación que suele proyectar en buena parte de sus películas, conciertos y demás apariciones públicas, los primeros meses de la actual pandemia del coronavirus sacaron el lado más vulnerable y asustadizo de Jennifer Lopez (51) (no es la única): y no es para menos dada la gravedad de la crisis sanitaria que empezaba en el mundo el pasado marzo y, por supuesto, la incertidumbre sobre el alcance que tendría la mayor epidemia sufrida por el planeta en casi un siglo.

En su última conversación con la revista Allure, la diva del Bronx ha querido sincerarse sobre los elevados e incontrolables niveles de "ansiedad" que padecía en esos primeros meses y los efectos que todo ello tuvo en su vida profesional, familiar y personal. Hay que recordar que la intérprete y su prometido, el exjugador de béisbol Alex Rodriguez, han tenido que posponer en varias ocasiones la celebración de su boda que estaba prevista inicialmente para el pasado mes de julio.

"Lógicamente, al principio todos estábamos llenos de ansiedad y nos encontrábamos, como todo el mundo, en un contexto de miedo y suspense. Creo que era la primera vez que a los dos nos pasaba algo parecido y al mismo tiempo. Entonces empezamos a hacer terapia y pienso que nos vino muy bien para la relación. En cualquier caso, yo no me privé de nada, y si un día me apetecía sentarme en el sofá a comer patatas fritas para calmar los nervios, lo hacía. La idea es no acostumbrarte demasiado a esas cosas", ha asegurado en su conversación con la revista.

Al ser preguntada por el par de veces que ha tenido que posponer ya la fecha de su boda con el exdeportista, Jennifer ha vuelto a demostrar que se está tomando el asunto con filosofía y que la perspectiva de pasar por el altar con su chico no le resulta tan emocionante como el hecho de que ya llevan tres años de sólida relación sentimental, marcada por un estrechísimo vínculo de convivencia y por la amistad que une a sus respectivos hijos.

"Hemos aplazado la boda dos veces y la verdad es que ya lo teníamos todo planeado. No sé si podremos recrear eso que teníamos en mente. Al final lo hemos cancelado, porque no sabemos realmente lo que va a pasar. Y no hemos vuelto a hablar del asunto, si te soy sincera. El caso es que no hay prisa y que lo haremos como teníamos pensado y cuando se nos permita", ha apuntado.

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