Olga Moreno gana la demanda de Rocío Carrasco y habla de sus 'rajadas'

La ganadora de 'Supervivientes' ahora tiene que hacerse cargo de otras cuentas pendientes con la justicia. 

Olga Moreno en el plató de 'Supervivientes'
Olga Moreno en el plató de 'Supervivientes' / TELECINCO

Tres meses en Honduras dan para mucho y es que mientras Olga Moreno ha estado en 'Supervivientes' su alrededor ha sufrido un auténtico huracán mediático. La ganadora del 'reality' de Telecinco ya se fue con la cosa un poco fea pero ahora a su llegada se va a tener que enfrentar con otras cuentas pendientes, la primera con la justicia y Rocío Carrasco.

La Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado un recurso de apelación interpuesto por Rocío Carrasco por una demanda desestimada en 2016. Todo viene a cuento de una portada de la revista 'Semana' en la que Olga Moreno decía que: "Para los hijos de mi marido no soy su madre, soy su salvación". La hija de Rocío Jurado consideró que estas palabras y la demandada vulneraban su honor con la revelación de ciertos detalles de su vida personal relativos a su boda con Fidel Albiac. Pero el Juzgado de Primera Instancia de Alcobendas desestimó la causa.

Rocío Carrasco no de acuerdo con la decisión presentó un recurso de apelación ante de Audiencia Provincial de Madrid que tal y como explican en 'La Razón' ha sido desestimado el 19 de julio de 2021 porque "no existe intromisión en su derecho al honor" y "el derecho a la libertad de expresión prevalece sobre el derecho al honor". De esta manera, la hija de Rocío Jurado pierde las dos demandas interpuestas a Olga Moreno.

A su llegada al plató de 'Supervivientes' Olga Moreno se defendía acerca de lo que había hablado y lo que no sobre su vida y su gente durante el 'reality' ya que había sido muy criticada por este hecho. "Sí que es verdad que entré muy mal pero hice un día, otro día, poner la mente en blanco. [...] He hablado mucho de los niños, ¿no?", decía.

"No podía pensar en mi gente porque hubiera llorado mucho más. Pero llegó un día en que pensé en por qué no iba a pensar en mi gente, en la cara de mi hija, en mi marido... Por qué no. Me daba igual llorar o reír. Es mi vida. Es lo que he vivido 22 años. Que sí, que son unos niños que son conocidos pero es mi vida. No lo hice antes por miedo al exterior. Es duro el no pensar en nada de fuera. Es muy duro pero también creo que me ha ayudado pensar en mí un poquito", explicaba después.

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