Los motivos por los que Miguel Bosé no salió antes del armario

El cantante se ha sincerado sobre cómo fueron sus inicios en la música siendo bisexual. 

Miguel Bosé hablando. Está bien

Miguel Bosé hablando. Está bien

/ JIM RUYMEN

Tras dos años de polémicas ligadas a su negativa a vacunarse contra el coronavirus, sin olvidar ciertas apariciones en redes sociales que hicieron dudar a muchos sobre su bienestar mental, Miguel Bosé ha regresado por todo lo alto a la vida pública gracias al inminente estreno de 'Bosé', la serie de televisión que bucea en su pasado, y al nuevo programa cazatalentos 'Cover Night', de cuyo jurado forma parte el cantante.

El artista ha acudido al plató de 'El Hormiguero' para hablar de estos proyectos y también para abordar algunos temas espinosos sobre su trayectoria reciente. Lejos de evitar el tema, el artista ha vuelto a defender su postura crítica ante las medidas restrictivas que impusieron los gobiernos a causa de la pandemia, al tiempo que pedía respeto para quienes, según él, se salen del discurso oficial. "Yo emití mi parecer. No pasa nada, tú te vacunas, yo no me vacuno… Hay espacio para todos. Resultó que el derecho constitucional que nos ampara a expresarnos y pensar libremente había desaparecido", ha señalado.

A la hora de echar la vista atrás, Miguel Bosé ha hablado con más franqueza de lo habitual acerca de sus preferencias sexuales, sobre las que hasta hace poco mantenía silencio. En sus primeros años de popularidad musical, liberado ya de la pesada carga que suponía ser el hijo de dos figuras tan famosas como la actriz Lucía Bosé y el torero Luis Miguel Dominguín, el artista optó por ocultar su bisexualidad por presiones de su sello discográfico y por el clima social del momento.

"En mi casa no había ese tipo de problemas, pero en la discográfica no querían que lo dijera. En aquella España todavía esas cosas no se podían hablar abiertamente. Era un suplicio. Yo cuando salía los viernes siempre pillaba cacho, ya fuera de un lado o de otro. Al final tenía que mentir. Viví mucho de espaldas a mí mismo, pero me decían que tenía que fingir. Era horrible, pero bueno, eso también enseña", ha confesado en su conversación con Pablo Motos, con el que también ha hablado sobre el cambio que experimentó progresivamente su, en principio, tensa relación con su padre.

"Mi relación con mi padre era mala al principio. No me quería, pensaba que yo no era un heredero digno y me trataba feo. Pasado el tiempo, forcé yo el encuentro y ahí descubrí un hombre que no se correspondía para nada con el que había conocido. Era un hombre con una ternura increíble, de una calidez increíble, divertido hasta más no poder, un hombre brillante, rápido. Era fascinante", se ha sincerado.

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