Meryl Streep, Globo de Oro al mejor discurso

Un Nobel para Meryl.

Meryl Streep posa con su Globo de Oro en 2017
Meryl Streep posa con su Globo de Oro en 2017 / GETTY

Puede que Meryl Streep parezca una mujer distante: tras muchos años asistiendo a premios, la actriz sabe de qué va el trabajo y no suele pronunciarse demasiado.

Sin embargo, en los Globos de Oro de 2017, Meryl recibía el premio Cecile B. DeMille y aprovechó para ofrecer un discurso emotivo y comprometido. Con mensajes más que subliminales para Donald Trump, Presidente Electo de los Estados Unidos, la actriz también pedía apoyo para sus compañeros y remataba con el bonito mensaje póstumo que dejaba Carrie Fisher o, más bien, la Princesa Leia.

Esta es la traducción completa del discurso de Meryl Streep.

"Por favor, sentaos. Gracias. Os quiero a todos. Tenéis que perdonarme. He perdido la voz gritando y lamentándome este fin de semana. Y he perdido la cabeza en algún momento a comienzos de este año, así que tendré que leer.

Gracias, Prensa Extranjera de Hollywood. Simplemente retomar lo que Hugh Laurie dijo: vosotros y todos los que estamos en este lugar pertenecemos a uno de los segmentos más vilipendiados de la sociedad americana ahora mismo. Pensad en ello: Hollywood, extranjeros y la prensa.

Pero, ¿quiénes somos nosotros y qué es Hollywood de todas formas? Es solo un montón de gente de otros lugares. Yo nací y crecí y fui educada en los colegios públicos de Nueva Jersey. Viola [Davis] nació en una granja en Carolina del Sur, creció en Central Falls, Rhode Island, Sarah Paulson nació en Florida, criada por una madre soltera en Brooklyn. Sarah Jessica Parker fue una de sus siete u ocho hermanos en Ohio. Amy Adams nació en Vicenza, Italia. Y Natalie Portman nació en Jerusalén. ¿Dónde están sus certificados de nacimiento? Y la preciosa Ruth Negga nació en Adís Abeba, Etiopía, creció en Londres - no, en Irlanda, creo- y aquí está, nominada por interpretar a una chica en una pequeña ciudad de Virginia.

Ryan Gosling, como toda la gente encantadora, es canadiense, y Dev Patel nació en Kenya, creció en Londres, y aquí está interpretando a un indio criado en Tasmania. Así que Hollywood está lleno de forasteros y extranjeros. Y si los echamos a todos no tendréis nada para ver salvo el fútbol y las artes marciales, que no son arte.

Me han dado tres segundos para decir esto así que: el trabajo de un actor es meterse en la vida de personas que son diferentes a nosotros, y haceros sentir lo que se siente. Y ha habido muchas, muchas, muchas actuaciones muy poderosas este año que han hecho exactamente eso. Trabajo que te deja sin aliento.

Pero ha habido una actuación este año que me ha impactado. Llegó al fondo de mi corazón. No porque fuese buena, no había nada bueno en ella. Pero fue efectiva e hizo su trabajo. Hizo que su audiencia objetiva riese y mostrase su sonrisa. Fue cuando la persona que quería sentarse en el asiento más respetable de nuestro país se burló de un reportero discapacitado. Alguien a quien superaba en privilegios, poder y en capacidades para defenderse. De alguna forma, rompió mi corazón cuando lo vi, y aún no puedo quitármelo de la cabeza, porque no era en una película. Era la vida real. Y esta capacidad para humillar, cuando la tiene alguien en una plataforma pública, alguien poderoso, se filtra en la vida de todos, porque de alguna forma da permiso a otros para hacer lo mismo. La falta de respeto invita a faltar al respeto, la violencia incita a la violencia. Y cuando los poderosos usan su posición para meterse con otros, todos perdemos. OK, adelante.

OK, esto me lleva a la prensa. Necesitamos que la prensa con principios restrinja el poder, que lo haga pagar por cada atrocidad. Es por eso que nuestros fundadores protegieron a la prensa y sus libertades en la Constitución. Así que solo le pido a la respetada Prensa Extranjera de Hollywood y a todos en nuestra comunidad que se unan a mí y apoyen el Comité para Proteger a los Periodistas, porque vamos a necesitar que vayan más allá y ellos nos necesitarán para salvaguardar la verdad.

Una cosa más: una vez, cuando estaba en un rodaje quejándome de algo - que íbamos a trabajar durante la hora de la comida o hasta tarde o lo que fuera-, Tommy Lee Jones me dijo: "¿No es un privilegio, Meryl, ser actor?" Sí, lo es, y tenemos que recordarnos los unos a los otros el privilegio y la responsabilidad y la empatía. Todos deberíamos estar orgullosos del trabajo que Hollywood celebra esta noche.

Como mi amiga, la añorada Princesa Leia, me dijo una vez: "Coge tu corazón roto, conviértelo en arte."

 

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