Meghan Markle ya vive sus primeras (y duras) críticas

Meghan Markle vestida de novia por Tonga

Meghan Markle se ha vestido de novia para su cena con el Rey de la isla de Tonga.

/ Paul Edwards

Era tan solo cuestión de tiempo que la 'Meghan [Markle] Manía' se diluyera parcialmente y surgieran las primeras críticas o historias negativas acerca de la duquesa de Sussex. Ahora, el Mail On Sunday ha publicado un controvertido artículo en el que presenta a Meghan Markle (37) como un huracán, pero no precisamente a modo de analogía positiva, ya que no duda en relacionar la personalidad de la antigua actriz y su forma de afrontar su nuevo papel institucional con la dimisión de tres figuras relevantes del personal de palacio: una de sus asistentes, a la que en la prensa solo se conoce como Melissa, la secretaria de comunicación de Kensington Katrina McKeever y uno de los colaboradores del Príncipe Harry (34), Edward Lane Fox, a quien el diario presenta como su "mano derecha" y que finalmente dejará su puesto antes de lo esperado.

Esas renuncias se asocian de alguna forma con la actitud "de la costa oeste" y la fuerte ética de trabajo que la duquesa aplicaría a su nueva función en la monarquía, despertándose a las cinco o las seis de la mañana a diario y bombardeando a mensajes desde primera hora a su equipo con distintas ideas relacionadas con su labor humanitaria o sus "distintas misiones encubiertas" para conocer mejor al pueblo británico.

Los modales menos formales de Meghan, como cerrar ella misma las puertas de sus coches o su vestuario bastante más informal que el de su cuñada, la duquesa de Cambridge, dos factores que en un principio fueron aplaudidos por aportar un soplo de aire fresco a una institución tan tradicional, también se han empezado a cuestionar ahora, en especial en el mencionado artículo.

En concreto, se cita como ejemplo la primera aparición oficial de Meghan junto a la reina Isabel II en junio, cuando la primera decidió prescindir de un tocado para el evento a pesar de que la reina había informado de que llevaría uno y, por tanto, el protocolo dictaba que ella también debería incorporar uno a su atuendo, lo que habría chocado incluso a la monarca.

"A Meghan ya le han dicho que tiene que empezar a vestirse menos como una estrella de Hollywood y más como un miembro de la realeza", apunta una fuente de uno de los equipos de estilistas que han visitado el palacio de Kensington.

Meghan Markle y la Reina Isabel II
Meghan Markle y la Reina Isabel II / Martin Rickett / GTRES

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