María Forqué le ha escrito una carta a su madre que es TODO

La hija de la recientemente fallecida actriz ha escrito unas palabras que son puro sentimiento.

Verónica Forqué y su hija María
GSR

Verónica Forqué se quitaba la vida el pasado 13 de diciembre y la sociedad, su familia y sus amigos se quedaban en shock. Desde entonces muchos han sido los que han querido encontrarle un motivo al triste final de la intérprete, pero lo cierto es que ha sido su hija, María Forqué, la que ha tenido las palabras adecuadas para despedirse de ella en un sentida carta que ha sido publicada por la revista Shangay.

"Mi madre vino a dar luz. No se ha ido, solo está en otra habitación. No tiene cuerpo, pero su energía está más presente que nunca, porque ahora es omnipresente. Cuando necesito un abrazo se lo pido, tú puedes hacerlo también. El ser humano es muy limitado y tiende a creer solo lo que ve, pero no solo se ve con los ojos. Tenemos discapacidad para ver a de otras maneras, aunque eso no significa que no haya más", comienza.

María Forqué defiende la decisión de su madre, y aunque le duela, asegura que debemos respetar a aquellos que deciden terminar con con su vida: "La muerte es un nacimiento a la siguiente fase, no es el fin. Tenemos que cambiar esta manera triste y negativa de ver la muerte en Occidente, porque es irreal y nos hace sufrir. Y el suicidio también está muy estigmatizado por la influencia de la Iglesia. ¿Por qué alguien no puede acabar con su vida, si es suya? Quién mejor que uno mismo para decidir que no quiere seguir más en este juego e irse al siguiente. Tengamos respeto."

María asegura que la sociedad en la que vivimos no es nada fácil y de ahí que cada vez más allá personas con problemas mentales: "Lo que hay que observar es la vergüenza asociada a la salud mental; hay que normalizarla como normalizamos tener un constipado. Si se esconden los problemas mentales no se pueden solucionar. ¡Cómo no vamos a tener problemas mentales en esta sociedad de consumismo, llena de gente arisca y egoísta! Sería antinatural".

María asegura que "el momento de mi madre había llegado: su misión aquí había terminado", y termina con una reflexión "Ha vuelto a nacer en un nuevo estado donde es feliz y su luz es infinita, más grande que en la Tierra. Su potencial está ahora al cien por cien; nos cuida, nos guía y nos sana. Lo material (el cuerpo) empieza y se acaba, pero lo inmaterial (el alma) es infinito, es energía. Te quiero infinito, mamá. ¡Qué envidia que ya sepas qué hay después de la muerte terrenal! Te siento, y nos vemos pronto, en la siguiente etapa, porque la vida dura un segundo".

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