Lidia Torrent nos mata de dolor enseñando las secuelas de su accidente doméstico

La maternidad es dura y eso lo sabemos todos, hayamos sido madres o no. Está muy claro que estas últimas no conocemos a fondo lo que es el esfuerzo diario de las mamás por atender a sus hijos, que deben de estar pendientes de ellos en todo momento por si se caen, se llevan algo a la boca que no deben y un largo etcétera que cualquier madre estará harta de leer y experimentar.

Buena parte de esas ocasiones es muy difícil o casi imposible mantener la concentración en una sola cosa y puede que eso haya sido lo que le ha sucedido aLidia Torrent, que ha compartido unas imágenes (avisamos) ATERRADORAS a través de su cuenta de Instagram.

En su perfil, la presentadora ha compartido una serie de imágenes junto a una historia en la que ha narrado lo que le ha sucedido haciendo algo tan normal como es desinfectar biberones, cuando el agua hirviendo le ha jugado una mala pasada.

"El viernes por la mañana me volqué sin querer una olla de agua hirviendo donde estaba esterilizando los biberones de la peque", ha comentado, mostrando a continuación una imagen en la que aparece su quemadura de segundo grado, que duele solo de verla, a pesar de estar prácticamente cubierta por un apósito. "[Lo hago] porque imagino que hay aprensivos por aquí", ha puntualizado la gran protagonista de 'First Dates'.

Lo peor ha sido cuando se ha retirado esas gasas y ha dejado a la vista (como debe ser, por otra parte, para que le de un poco el aire y se vaya recuperando) esas quemaduras, que cubren buena parte de su pierna y ahora tienen un colorcito entre rosa y marrón. Ufffff. Ha sido entonces cuando la hija de Elsa Anca ha querido dar el parte sobre este problema y ha agradecido a todos sus 'followers' por acompañarle en este camino de la recuperación.

"Muchas gracias por tantísimos mensajes. Le decía ahora a mi madre que, hasta leer vuestras reacciones, no pensaba que impresionara tanto tanto", ha dicho, recordando a todos que en el momento del accidente doméstico no tenía a la niña encima y que, además "llevaba pijama". Ergo, no nos queremos ni imaginar el cristo que se le habría montado de haber estado a pata suelta.

"He estado haciéndome las curas en casa desde que me pasó, asesorándome con amigos médicos. Ahora a seguir cuidándomelo para intentar evitar que se me quede marca", ha insistido, con un cruce de dedos que nosotras también repetimos, porque sería una pena que un suceso tan tremendo quedara reflejado en su piel para siempre.