Kelsy Karter nos ha tomado el pelo
Y MUCHO.

¿Os acordáis cuándo os contamos que la cantante Kelsy Karter se había tatuado la cara del cantante Harry Styles en la mejilla? Vale pues resulta que la imagen con que la cantante neozelandesa mostraba el resultado final se volvió viral debido en gran parte al dudoso parecido entre el diseño en cuestión y el excomponente de 'One Direction', hasta el punto de que algunos comenzaron a dudar de que el grabado fuera real señalando como prueba que la piel de Kelsy no estaba tan hinchada como cabría esperar tras tatuarse una zona del cuerpo tan delicada.
Y efectivamente, sus fans y haters habituales -los tiene a partes iguales- estaban en lo cierto: todo se trataba de una campaña de marketing para promocionar un nuevo sencillo titulado 'Harry' en el que canta: "Harry, voy a conseguir que me ames / Vas a hacer el desayuno / Es un secreto solo entre nosotros / podemos ser discretos".
La joven acaba de publicar un vídeo en el que explica que en abril del año pasado atravesó una etapa muy complicada marcada por la muerte de su perro y por una ruptura sentimental tan dolorosa que ni siquiera se sentía con fuerzas para escribir una canción triste al respecto y ahí fue cuando surgió la idea de componer un sencillo acerca de lo único que le aportaba alegría en ese momento: el atractivo cantante británico.
Hace seis meses, en apenas una semana, grabó la canción y el videoclip -producido, dirigido y editado por ella misma- con tan solo 300 dólares, pero entonces llegó la parte más difícil: garantizar que recibiría la atención que ella consideraba que merecía.
Tras discutir la mejor manera de conseguirlo con su equipo, se les ocurrió el plan en torno al tatuaje y el resto de la historia es conocida por todos. Los medios internacionales más importantes (NME, Billboard, Teen Vogue, Daily Mail...) se hicieron eco de la noticia e indirectamente también de su canción. "Había conseguido llamar vuestra atención", resume ella.
Muy pronto comenzaron a llegarle ofertas para realizar entrevistas y, según reconoce ella misma, tuvo que esconderse durante tres días en casa de su mánager para evitar que se descubriera que todo había sido un montaje. Ni siquiera sus familiares y amigos -como ha demostrado compartiendo varias capturas de pantalla de los mensajes cargados de preocupación que le hicieron llegar- estaban al corriente de que todo era una broma.
En un principio Kelsy trató de recrear el tatuaje de la foto que la había puesto en boca de todos para promocionar su nuevo trabajo con varias apariciones, pero el resultado no era creíble y de ahí que haya acabado por contar la verdad.
"Me encanta que 'Harry' haya conseguido introducir a una nueva generación de fans al género rock. Además, es un chico muy guapo. En todo esta historia, lo importante siempre ha sido el rock & roll. El tatuaje era falso, ya ha desaparecido, pero la música permanece", ha asegurado ella.
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