Heidi Klum: si no te entran los vaqueros después de verano... ¡Sigue comiendo!

Es que la pasta es un vicio.

Heidi GUAU!! Klum

¿Solo diva? Y diosa griega, amiga.

/ River

No hay nada mejor que tomarse la vida con sentido del humor, y si no que se lo digan a la modelo Heidi Klum (46) que ha decidido tomarse la pequeña "decepción" que se ha llevado al recibir por correo unos pantalones de la nueva colección de la 'influencer' italiana Chiara Ferragni y descubrir que la talla que le habían enviado no le entraba.

La cosa es que la talla que le llegó era la más pequeña y no le subían del culete. Lo gracioso es que seguro que para subirlos de las piernas probablemente haya tenido que hacer lo típico de acostarse en la camay empezar a hacer movimientos a lo lombriz para que eso subiera. No estáis solas, aquí lo hacemos todas.

Heide Klum con los pantalones de Chiara Ferragni
Heide Klum con los pantalones de Chiara Ferragni / INSTAGRAM
Nos representa.
Nos representa.

A ella que le gusta mucho reírse, en lugar de desesperarse o proponerse rápidamente iniciar una de esas 'dietas' tan milagrosas (sí, de esas que llegan las seis de la tarde y te comerías 'una vaca revuelta con un marrano', que se dice) como estrictas que siguen muchas de sus compañeras de profesión, la modelo ha optado por grabar un 'stories' tratando de abrocharse los vaqueros y riendo mientras comenta que seguiría comiendo pasta. El final ya lo sabéis.

"Chiara, ¡muchas gracias! Me parece muy amable por tu parte enviarme tus vaqueros en una talla pequeña, pero me parece que voy a necesitar la mediana... O a lo mejor la grande... Puede que haya comido demasiada pasta durante mi luna de miel en Italia, pero solo suben hasta aquí", añade antes de ponerse a bailar frente a la cámara enseñando el tanga negro que sobresale por encima de la cinturilla.

Y es que hace apenas unas semanas, la modelo se encontraba de luna de miel e con el músico Tom Kaulitz, con quien probablemente se haya puesto fina a comer y al final, pues oye que se acaba notando. Pero como dicen...¡Donde hay comida hay alegría!

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