El ex de Britney Spears, Jason Alexander, a juicio por colarse en su boda
A Jason Alexander, el juicio por colarse en la boda de Britney Spears le va a salir muuuuy caro.

Jason Alexander, el exmarido (por unas horas) de Britney Spears (40) que trató de arruinar su boda con Sam Asghari (que acabó con policía y detención por su culpa) al irrumpir en su mansión californiana durante la ceremonia, no podrá acercarse a Brit ni ponerse en contacto con ella al tiempo que tendrá que prepararse para un duro juicio en el que, la verdad verdadera, lo tendrá muy complicado para salir airoso y sin castigo.
El juez que estudia su caso, David R. Worley, le ha impuesto además una fianza de 100.000 dólares si quiere recuperar la libertad provisional durante el proceso, que determinará su inocencia o culpabilidad en los tres delitos que se le imputan: los de acoso, vandalismo y agresiones menores.
Y es que además de allanar la casa de Britney, el acusado protagonizó algún que otro forcejeo con los agentes de seguridad que protegen la finca y se negó a abandonar la propiedad pese a ser advertido en numerosas ocasiones sobre las consecuencias.
Y más:
Este magistrado del condado californiano de Ventura reconoció en una vista preliminar, celebrada el 27 de junio, que había pruebas más que suficientes para imputar a Alexander y tenerle bajo custodia hasta, por lo menos, el 12 de julio, cuando el que fuera marido de la cantante durante tan solo 55 horas tendrá que volver a prestar declaración ante el juez.
Aunque el procesado se ha declarado no culpable de todos los cargos que se le atribuyen, lo cierto es que el testimonio ofrecido por uno de los guardias de la mansión de Britney, Richard N. Eubeler, no le deja precisamente en muy buen lugar.
Este testigo sostiene que Alexander trató de acceder incluso al dormitorio de la cantante, que afortunadamente estaba cerrado con llave. Hay que recordar también que ya pesa una orden de alejamiento contra Jason, una medida de la que Britney consiguió extender su vigencia hasta junio de 2025.
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