Emma Watson estrena tatu feminista en los Oscar 2018

Visibilidad a tope.

Emma Watson con vestido veraniego
Emma Watson con vestido veraniego / GTRES

#TimesUp y por si todavía no nos hemos enterado, Emma Watson (27) se lo escribe en el brazo (en la frente iba a ser ya muy cantoso).

Era una de las más esperadas en pasar porla alfombra roja de los Oscar, porque Emma siempre sorprende tanto con modelitos como con acompañantes, y es que lo que está claro es que la actriz está muy comprometida con muchas causas, pero principalmente, está <strong>mujeres</strong>comprometida con las mujeres.

De hecho, hace poco se pronunciaba sobre los escándalos sexuales en Hollywood y el acoso en general y volvía a sellar su compromiso con el feminismollevando a una activista como acompañantellevando a una activista como acompañante a los 'Globos de Oro', algo que nos parece fenomenal. Eso y que esté tan comprometida con la igualdad y se muestre tajante en cuanto a acoso.

Pero lo de los Oscar ha sido ya el siguiente nivel, porque la actriz apareció muy elegante de negro con un vestido sin mangas, agarrado al cuello y un sinfín de colgantes al rededor de este, pero no fue este vestido el protagonista de la noche, sino el tatuaje que lucía en su brazo derecho.

Emma Watson en los Oscar 2018
Emma Watson en los Oscar 2018 / GTRES

En él se leía el eslogan del movimiento contra el acoso a las mujeres 'Time's up', el mismo que la mayoría lucía en un pin y que ella lo ha hecho con tinta. Pero no, no es un tatuaje para toda la vida, de hecho es temporal (¿habrá utilizado el aparato molón con el que tatuaron a Mario Casas en el Hormiguero?).

Tattoo de Emma Watson
Tattoo de Emma Watson / GTRES

Las redes sociales no han tardado nada en hacerse eco de este gesto por parte de Emma y se han llenado de mensajes, en su mayoría, alabando a la actriz por su compromiso por la causa, eso sí, casi ninguno ha dejado pasar por alto una falta de ortografía en el mismo alegando que falta un apóstrofe.

Desde luego Emma es un ejemplo de lucha constante. (Todo lo contrario a su flequillo, que de constante no tiene nada)

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